José Herrera causa buena impresión y sigue aprendiendo
PHOENIX – Cuando el cátcher titular de los Diamondbacks, Carson Kelly, se perdió más de un mes entre principios de mayo y mediados de junio por una lesión en un músculo oblicuo, al novato José Herrera le tocó apoderarse de la receptoría del equipo. Ante la ausencia de Kelly, el joven venezolano se ganó la estima del cuerpo monticular de Arizona, además del manager Torey Lovullo y los instructores del club.
Con casi un mes de vuelta al rol de jugador a tiempo parcial, Herrera continúa su proceso de asimilar lo que se requiere para ser receptor a nivel de Grandes Ligas y, al mismo tiempo, seguir siendo una figura relevante en el desierto.
“Ha sido una oportunidad grandiosa la que me ha dado el equipo de estar aquí desde el primer día, y he tratado de aportar mi granito de arena todos los días, así no esté jugando, tratar de ayudar al equipo, apoyar a los muchachos y cuando es mi turno de jugar, aprovecharlo al máximo”, expresó Herrera, de 25 años.
Siendo el cátcher principal de los Diamondbacks por alrededor de un mes, a Herrera le tocó recibir los envíos de reconocidos lanzadores como Madison Bumgarner, Zac Gallen y Merrill Kelly. El oriundo de San Carlos tuvo que acoplarse bien y aprender sobre cada uno de los serpentineros de Arizona. Los resultados fueron mayormente positivos, ya que los tres antes mencionados llevan efectividad mejor de 4.00 en el 2022 con Herrera detrás del plato. En particular, Bumgarner se ha pasado bastante tiempo con Herrera en la presente temporada, ayudándole con los detalles del manejo de los juegos y cómo pedirlos en su condición de cátcher.
“Ha sido una oportunidad valiosa para mí”, dijo Herrera. “He estado aprendiendo y trabajando duro con mis coaches y compañeros para seguir mejorando y ayudar al equipo a ganar. Ellos me han dado la confianza. Ha sido muy bonito y creo que es un constante aprendizaje, el darle a entender ellos que yo estoy aquí para ellos, para servirle a ellos, para ayudarlos a que ganemos juegos y a que todos sigamos mejorando”.
Firmado hace nueve años por los Diamondbacks, el camino no ha sido fácil. Su ascenso por el sistema de liga menor de la organización fue algo lento, y complicado aun más por una suspensión por consumo de sustancias prohibidas en el 2018 y luego la cancelación de la campaña de liga menor en el 2020 debido a la pandemia. Pero el año pasado Herrera sí pudo reanudar su desarrollo, terminando en Triple-A, antes de tener una sólida temporada en la LVBP con Águilas del Zulia (.356/.500/.438 en 24 partidos) y luego hacer el equipo grande de Arizona saliendo de los entrenamientos del 2022.
“A nivel defensivo, ha gozado de una buena estima dentro de nuestro sistema”, comentó Lovullo acerca de Herrera. “El departamento de desarrollo de jugadores ha hecho un gran trabajo con él y aquí ha continuado eso. Sabe manejar el cuerpo monticular, sin importar quién sea. Tuvo una tarea difícil a la hora de aprender sobre Madison Bumgarner, pero afrontó eso y creo que le dio mucha confianza. Las habilidades como receptor hablan por sí mismos, pero creo que hay algunas cualidades de liderazgo también ahí”.
Además de aprender sobre los detalles del manejo de un juego detrás del plato, Herrera impresionó con un “pop time” promedio de 1.94 segundos; es decir, el tiempo entre el momento en que la bola le da la mascota del cátcher y el en que la pelota llega al guante del infielder en la segunda base ante un intento de robo. En las Mayores, Herrera es cuarto en porcentaje de corredores atrapados en intento de robo con un 38% (24-9).
El bateo nunca ha sido el fuerte de Herrera. En 102 visitas al plato este año, lleva promedio de .207 con un par de dobles. Esa parte está en agenda para tratar de mejorar.
“Ha sido un challenge (reto) bastante bueno para mí”, dijo Herrera al respecto. “He ido mejorando poco a poco y los juegos han venido mejorando. Mis turnos han venido mejorando. A tratar todos los días de salir a competir.
“Yo creo que eso es lo más importante para mí; no tratar de hacer mucho, sino hacer lo que yo sé hacer. Controlar mi zona de strike como he venido haciendo durante toda mi carrera y poder ayudar al equipo. Hacer buen contacto, mover a los corredores, lo que el manager necesite”.
Por el momento, Herrera se mantiene firme como segundo cátcher de los Diamondbacks, con mucha esperanza a su alrededor en la organización.
“Hay mucho entusiasmo en torno a él, (con la expectativa de que) vaya a seguir creciendo y aprendiendo”, manifestó Lovullo. “Se maneja bien por esa confianza innata que ha exhibido todos los días. Tiene buen sentido de qué se necesita en cada situación. Creo que no tiene miedo, en cuanto a ver la situación y reaccionar de la manera correcta”.