Dusty sobre Abreu: “No estaba tratando de burlarse de nadie”
OAKLAND – El primer cuadrangular de José Abreu con el uniforme de los Astros se hizo esperar. Y, al mismo tiempo, la forma en la que el cubano recorrió las bases no se pareció a nada de lo que sus compañeros de equipo esperaban ver.
No hubo escasez de poder el domingo cuando los Astros empataron un récord de la franquicia con siete jonrones en la paliza por 10-1 propinada a los Atléticos - sellando una barrida de tres juegos - pero el cañonazo de Abreu en la octava entrada fue sin duda el evento principal.
Eso, y su posterior carrera por las almohadillas.
Abreu no se quedó mirando cómo volaba la pelota una vez salió disparada del bate. El primera base de los Astros corrió a una velocidad en sprint de 26.2 pies por segundo, sin detenerse ni siquiera una vez que cruzó el plato.
“Él no estaba tratando de burlarse de nadie", dijo el manager de los Astros, Dusty Baker. “Sólo estaba contento por sí mismo. Y su equipo estaba feliz por él”.
En lo que respecta al piloto de los Atléticos, Mark Kotsay, no hubo resentimientos.
“Tengo el mayor respeto por Abreu, por su carrera y lo que ha logrado”, dijo el dirigente de Oakland. “Estoy seguro de que había mucha frustración hasta llegar a ese momento. Y para él, mucha emoción y se notó”.
Según Abreu, el motivo fue una mezcla de adrenalina y practicidad.
“Creo que cuando pisé la primera base fue cuando me di cuenta de que la pelota ya no estaba en juego”, comentó Abreu. “Pienso que fue allí cuando apreté el botón”.
Abreu siguió corriendo hasta el dugout, donde se deslizó frente a una fila formada por algunos de sus compañeros de equipo. Abreu recorrió las bases en 17.6 segundos, el segundo trote de jonrón más rápido esta temporada, excluyendo los cuadrangulares dentro del campo.
“Fue bastante impresionante”, dijo Chas McCormick. “La carrera que pegó, pisar el home y seguir corriendo, deslizándose hacia el dugout… no me esperaba eso”.
Decir que el cuadrangular solitario de Abreu se hizo esperar sería quedarse corto, ya que el veterano puso fin a la racha más larga sin vuelacercas de su carrera con 260 turnos al bate. Antes del domingo, su último bambinazo había sido el 13 de septiembre del 2022, como miembro de los Medias Blancas.
La sequía de 51 partidos sin volar la cerca de Abreu para empezar una temporada es la más larga para él desde que llegó a las Mayores. No la botó hasta el partido 21 del 2017, la única otra vez en su carrera en la que no sacó una pelota durante los primeros ocho duelos de una campaña.
“Eso era algo que todos estábamos esperando cada vez que iba a batear”, dijo el abridor de Houston, el dominicano Cristian Javier. “Estamos contentos, igual que él”.
Cuando los Astros acordaron un contrato de tres años y US$58,5 millones con Abreu durante la temporada baja, se esperaba que el toletero añadiera algo de poder a una alineación. La estadía de Abreu en Houston comenzó con de forma prometedora, con una racha de 10 juegos seguidos dando de hit. Pero luego empezó a decaer. Antes de la jornada del domingo, Abreu había bateado para apenas .225 desde el 10 de abril.
Un momento decisivo no cambiará por sí solo el curso de la temporada de Abreu, pero cualquier paso hacia adelante es bienvenido.
“Los muchachos siempre me han apoyado desde el primer minuto en que llegué aquí”, apuntó Abreu. “Me han apoyado durante mis altibajos. Han estado trabajando, tratando de sacar lo mejor de mí. Estoy muy agradecido por eso”.
Después de barrer a los Atléticos, los Astros volverán a Houston para una serie de siete partidos en casa. Aunque el domingo fue una inyección de moral para Abreu, también fue un estímulo muy necesario para todo el equipo.
“La sonrisa en su cara hizo que todo el juego fuera mucho mejor”, confesó McCormick. “Puedes ver la energía en nuestro dugout y la energía de él, y eso es de lo que se trata”.