MILWAUKEE - El segunda base de los Padres, Matthew Batten, necesitó de sólo un juego en su regreso a las Mayores para lograr algo que rara vez se ve.

En el último juego la serie contra los Cerveceros el domingo, Batten bateó un jonrón solitario en el segundo inning ante Adrian Houser. Pero tan impresionante como los 376 pies que recorrió el batazo fue el punto de aterrizaje del cuadrangular.

La pelota se detuvo en la parte superior de la cerca del jardín izquierdo del American Family Field, un hecho pocas veces visto, quizás el primero de su clase en las 23 temporadas del estadio.

A modo de comparación, el receptor de los Padres, el dominicano Gary Sánchez, bateó un vuelacercas dos bateadores antes que Batten, y la bola se estrelló contra la pared verde detrás de la pared del outfield.

San Diego llamó a Batten desde Triple-A El Paso el sábado a raíz de la fractura de muñeca de Jake Cronenworth. El jonrón del domingo fue el segundo de la carrera del jugador de 28 años.

Realmente se ve algo nuevo cada día en el béisbol.