Ahora líder de los Tigres, un Báez en salud pretende repuntar
LAKELAND, Florida -- Desde que el Estadio Joker Marchant fue renovado en el 2017, el primer casillero que ven los jugadores, instructores, miembros de la gerencia de los Tigres y medios de comunicación cuando entran al clubhouse primaveral siempre le había pertenecido a Miguel Cabrera. Era apropiado; el astro venezolano no sólo era el rostro del equipo, sino que también ponía el tono para el club.
Con Cabrera retirado como jugador, ese casillero ahora pertenece al puertorriqueño Javier Báez. Rodeado por los medios el viernes por la mañana, fue más que un gesto simbólico.
"Sí, es un poco extraño recibir su casillero", dijo Báez.
Aunque, en cierto nivel, tiene sentido.
"Además de Miguel, nadie recibe más atención en este equipo por parte de nuestros dugouts, de los aficionados, cada vez que pisa el terreno, que Javy", dijo el manager A.J. Hinch al final de la temporada 2023.
Báez no es solamente uno de los veteranos en el roster de Detroit, sino que también es uno de los pocos jugadores del club firmados a largo plazo, ya que cobrará US$98 millones en los próximos cuatro años. Ante la ausencia de Cabrera, Báez es el Tigre mejor remunerado esta temporada con un sueldo de US$25 millones, casi el doble del siguiente más alto. El boricua debutó en Grandes Ligas en el 2014, cuando su nuevo compañero proyectado de la doble matanza, Colt Keith, estaba en la escuela intermedia.
"Hay algunos veteranos aquí. También hay muchos jóvenes", dijo Báez. "Les gusta escuchar y aprender de los demás. Creo que hago un buen trabajo de mantenerme cerca de ellos, así que espero jugar mejor este año y poder levantar al equipo entero".
Báez dijo que no siente ninguna presión adicional para fungir como líder ante la ausencia de Cabrera. En lo ideal, su rendimiento hablará por sí mismo. Aun así, va a ser el centro de atención.
"Creo que para él, jugar como campocorto en un equipo construido con un pitcheo bueno y siendo el centro de la defensa, ésa es una posición enorme para nosotros", dijo Hinch.
Aunque los Tigres tienen un núcleo joven de jugadores desarrollados en casa, listos para dar un paso adelante -- desde una rotación potencialmente sólida encabezada por Tarik Skubal, hasta una alineación que cuenta con Spencer Torkelson, Riley Greene y Kerry Carpenter -- sus esperanzas de dar la pelea en la División Central de la Liga Americana lucen mejor si Báez produce.
Las dificultades de Báez han sido bien documentadas. El veterano registró OPS+ de 62 el año pasado, el segundo más bajo de cualquier bateador calificado de Grandes Ligas. Su bWAR de 0.6 fue su más bajo desde el 2015. Se ubicó cerca del final de los bateadores de las Grandes Ligas en tasa de swings a bolas fuera de la zona de strike (primer percentil), tasa de bases por bolas (tercer percentil) y valor de carreras bateadas (cuarto percentil).
Los Tigres llegaron al invierno conscientes de que necesitaban más de Báez, razón por la cual lo tuvieron trabajando con entrenadores en la Florida y Puerto Rico.
"Está trabajando muy duro tras bastidores", dijo el presidente de operaciones de béisbol, Scott Harris, al final de la temporada pasada. "Creo que hay algunas cosas que podemos cambiar sobre su trabajo, sobre las cosas específicas en las que está trabajando para hacer algunos ajustes que lo ayuden tanto en el plato como a la defensa."
Al igual que muchos jugadores en los primeros días de los entrenamientos primaverales, Báez dijo que se siente mucho mejor. Sin embargo, habló más sobre su cambio en la salud.
"Esta temporada baja, estuve trabajando en mi zona lumbar y mis abdominales que siento que no estaba usando de la manera correcta el año pasado", dijo Báez. "Me he sentido bastante bien. Veremos cómo me va ahora que vamos a empezar".
Báez afirmó que la espalda ha sido un problema durante sus dos temporadas en Detroit. Su única visita a la lista de lesionados como Tigre fue por una lesión en el pulgar derecho en el 2022, pero fue descartado de juegos por varios problemas en ese tramo, incluyendo algunos compromisos contra los Dodgers en septiembre pasado debido a rigidez en la parte inferior de la espalda.
En otras ocasiones, dijo, jugó a pesar de cualquier problema en la espalda. Reveló que el problema no sólo lo afectó a la defensa, sino que limitó su capacidad para batear hacia el lado contrario.
"Voy a estar ahí tanto como pueda, no importa lo que me moleste", dijo. "Estoy tratando de ser más inteligente este año si algo me está molestando, simplemente decirlo y tomarme el día si lo necesito. Pero me siento muy bien en este momento y estoy en bastante buena forma. Veremos cómo me va cuando comiencen los entrenamientos con el equipo completo la próxima semana, pero todo parece estar bastante bien".