TORONTO – Un impulso veterano y un soplo de aire fresco.

Luego de sufrir varias lesiones y pasar por algunos altibajos en el terreno, los Orioles necesitaban buenas noticias. Las encontraron el miércoles, gracias a los bates del venezolano Anthony Santander y Jackson Holliday.

Santander empalmó dos cuadrangulares en el triunfo de Baltimore por 7-3 sobre los Azulejos en el Rogers Centre; conectó un cañonazo en el primer episodio y otro en el octavo. Sin embargo, el swing más decisivo vino del madero de Holliday, quien conectó un vuelacerca de dos carreras en el séptimo capítulo que volteó el marcador y puso a los Orioles arriba por una rayita.

Al hacerlo, Holliday, de 20 años, se convirtió en el jugador más joven de la Liga Americana en dar jonrón en tres juegos consecutivos. Además, es apenas el 16to en lograr una hazaña como ésta antes de cumplir los 21 años de edad.

Pero Holliday estuvo más interesado en hablar sobre el significado de su batazo para el equipo.

“Obviamente, es algo muy importante en un juego el poder voltear el marcador”, expresó. “Necesitábamos un poco de impulso”.

Holliday ha bateado .375/.444/.917 desde que regresó a las Mayores el 31 de julio.

De su parte, Santander también hizo un poco de historia. El cañonero de 29 años impuso un nuevo récord personal al llegar a 34 bambinazos en el año. Además, realizó una impresionante atrapada en los jardines en la parte baja del séptimo capítulo.

“Es lo que ha estado haciendo todo el año”, expresó el manager Brandon Hyde. “Ha estado jugando un béisbol increíble en ambos lados del terreno. El haber hecho ese tipo de atrapada… Está enfocado ahora mismo. Viene al parque y todo se centra en ganar el juego de ese día. Va a hacer lo posible siempre por lograr eso”.