DETROIT -- El venezolano Luis Arráez ya puede sentirse cómodo encabezando la alineación de los Mellizos.

Desde su debut en el 2019, Arráez ha esperado por una oportunidad de afianzarse como primer bate y ahora que se embasó nueve veces en los primeros tres partidos de la temporada--incluyendo cinco veces en la victoria en el cierre de la serie ante los Cerveceros--será difícil que el dirigente Rocco Baldelli lo saque de dicho puesto.

"Le complica la vida al oponente. Y Luis lo ha demostrado desde su primer turno hasta ahora", explicó Baldelli. "Siempre ha sido el mismo. No importa a quién se enfrenta. No importa nada. Tiene excelentes turnos. Punto".

Baldelli empleó a Max Kepler como primer bate contra los abridores derechos en las temporadas del 2019 y del 2020. Pero en parte por la sugerencia del recién fallecido coach de la banca Mike Bell, Arráez encabezó el lineup del equipo durante el fin de semana, con Kepler bajando en el orden. Arráez respondió con seis imparables, dos remolcadas, una anotada y embasándose un total de nueve veces.

No es coincidencia que el infielder comenzó el ataque del equipo en la primera entrada e inició el decisivo racimo de cuatro carreras en la sexta.

"Cuando tiene esa clase de turnos, nos ayuda a entrar en ritmo", señaló Baldelli.

Arráez también se está divirtiendo, como quedó demostrado las dos veces que tiró su bate hacia la cueva con entusiasmo tras negociar dos pasaportes.

Arráez considera cada visita al plato como una batalla por todo -- él contra el lanzador, uno contra uno. Cuando tira el bate antes de llegar a la primera base, es una expresión de triunfo.

"Estoy luchando, luchando, luchando, y cuando gano el turno con un boleto, tiro mi bate", expreso Arráez. "Lo disfruto".

Sus compañeros también disfrutan todo eso -- la impresionante capacidad de batear, los movimientos de cabeza después de pitcheos pegados, los tiros del bate, las poses -- y eso llena de energía al equipo.

"Es maravilloso", dijo el abridor dominicano del conjunto de Minnesota, Michael Pineda. "Increíble. Tiene una gran energía. A todos les encanta simplemente verlo jugar béisbol. Me encanta ver a Arráez jugar. Simplemente me encanta".

"Tiene ese increíble talento de darle a la bola", dijo el también quisqueyano Miguel Ángel Sanó. "Es un gran, gran jugador".

La línea ofensiva de Arráez llegó al lunes cómodamente en .336/.396/.434, e incluso sin una posición fija sobre el terreno ni tantas capacidades físicas, el club de Minnesota ha tenido la confianza de incluirlo donde sea que ha sido necesario. El oriundo de San Felipe ha realizado excelentes atrapadas en el jardín izquierdo y en el último partido contra Milwaukee, hizo una gran jugada para robarle un imparable a su compatriota Avisaíl García.

Por eso, Baldelli le ha dado a Arráez más libertad que otros en el roster -- con la posible excepción del también venezolano Willians Astudillo -- para ampliar su rol y encontrar un plan fijo sobre la marcha. Tras la firma de Andrelton Simmons, el equipo se sintió cómodo en que Arráez fungiera más como un utility.

Y ahora, ya está cómodo en la parte alta de la alineación.

"De varias maneras, el terreno es su hogar y él se divierte jugando", agregó Baldelli. "Es joven y humilde, pero se divierte como debe hacerlo".