Matthew Boyd aún recuerda cuando era un joven abridor de los Tigres, cuando intentaba mantenerse en una rotación de Grandes Ligas. Había demostrado destellos de su potencial, luego de ser adquirido por Detroit en el cambio que llevó a David Price a Toronto.

El venezolano Aníbal Sánchez era un veterano establecido en el equipo. No había pasado mucho desde la campaña del 2013, cuando el derecho terminó como líder en efectividad de la Liga Americana, logrando además su segunda temporada de 200 ponches en tres años. Era parte de una estelar rotación que estaba empezando una transición.

Pero lo que hizo Sánchez aún está vivo en el recuerdo de Boyd.

“Buena apertura, mala apertura, siempre se sentaba conmigo”, recuerda Boyd. “Hubo una ocasión en la que nos sentamos en el cuarto de video y fuimos pitcheo por pitcheo, hasta que me dijo: ‘Mira, ¿qué estabas intentando hacer con este lanzamiento?’”.

“Me hizo pensar críticamente con cada pitcheo, dándole intención a cada uno de ellos. Eso me hizo eco. Es algo que sigo haciendo en la actualidad. Me ayudó a elevar mi enfoque, ir pitcheo por pitcheo”.

Sánchez anunció su retiro del béisbol la semana pasada, terminando así una carrera de 16 años en las Mayores, que incluyó seis campañas con los Tigres.

A pesar de perder con Boyd una lucha por el último puesto de la rotación en los campamentos del 2017, Sánchez continuó ayudando al joven zurdo. Cuando Sánchez empezó a tener problemas en el bullpen ese año, como relevista largo, fue enviado a Triple-A Toledo para trabajar como abridor para intentar volver a la rotación.

“Durante todo eso, me ayudaba todos los días”, mencionó Boyd. “Me ayudó luego de mis aperturas. Eso habla mucho de él como persona. Estábamos compitiendo por un puesto, pero sabía que todos teníamos que mejorar para poder ganar. Esa falta de egoísmo que mostró fue increíble. Estoy muy agradecido por él”.

No es casualidad que tantos miembros de los Tigres se hayan alegrado tanto al ver a Sánchez ganar la Serie Mundial del 2019 con los Nacionales. Aunque Boyd y el venezolano Miguel Cabera son los únicos Tigres activos que fueron compañeros de Sánchez en Detroit, su impacto en el club aún está vivo.

“Seguimos teniendo una buena relación por mucho tiempo”, dijo Cabrera, quien fue compañero de Sánchez durante los primeros dos años del monticular en Miami, antes de volver a encontrarlo en Detroit. “Recordar su carrera te hace sentir orgulloso. Además de ser mi compañero, es mi amigo. Me siento muy orgulloso de su carrera y de lo que hizo por el béisbol”.