MINNEAPOLIS – El venezolano Willians Astudillo está casado. Entonces, en estos días, el único lugar donde se agacha en una rodilla es dentro del diamante – y normalmente es por un buen motivo.

El martes, ese motivo fue un jonrón de dos carreras para poner arriba a los Mellizos ante Dallas Keuchel y los Medias Blancas en la sexta entrada. La fuerza en sus manos ante un pitcheo pegado lo hizo quedar en una rodilla, para apreciar la línea que había conectado en dirección hacia los asientos del jardín izquierdo, lo que al final fue clave en victoria de su equipo por 4-3 sobre Chicago.

“Nunca sabes lo que estará por hacer”, dijo el manager de Minnesota, Rocco Baldelli. “En ocasiones, puede hacer más daño con los pitcheos que están a seis pulgadas por encima de la zona o con otros adentro y bajitos; realmente no sabes. Es un muchacho que cubre las áreas de una manera única”.

Sí, Astudillo se quedó viendo el vuelo que tomó su batazo con una rodilla en el suelo y claro, luego salió caminando hacia la inicial tras lanzar el bate hacia su dugout. Sin embargo, podría haber expandido su creatividad al momento de celebrar.

Pregúntenles a aquellos que vieron a Astudillo en un juego entre los Caribes de Anzoátegui y los Navegantes del Magallanes en la liga invernal de Venezuela en enero del 2019, cuando “La Tortuga” dio un cuadrangular similar.

Luego de conectarle un vuelacerca a su compatriota Deolis Guerra, Astudillo sabía de inmediato que la bola se iba – aunque existía la duda de si caería en territorio bueno o de foul. Entonces, el cañonero decidió esperar en el plato con una de sus rodillas en el suelo.

“Oh, vaya. Cómo habla”, comentó su compañero, el dominicano Miguel Sanó sobre el venezolano. “Nunca se queda quieto”.