“Casi un milagro”: Dodgers asombrados por el sacrificio de Freeman

15 de octubre de 2024

NUEVA YORK -- Un par de horas antes del Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional, la alineación de los Dodgers ya estaba lista. El puertorriqueño estaba tomando práctica de bateo y esperaba jugar en la tercera base, moviendo a a la primera base.

Con un esguince grave en el tobillo derecho, se esperaba que no jugara. Pero antes de que los Dodgers hicieran oficial su alineación, Freeman salió del dugout local y realizó sus ejercicios previos al juego. Cojeaba al levantar las piernas y se veía incómodo corriendo hacia la inicial.

“Cero chance”, dijo el campocorto venezolano Miguel Rojas, cuando se le preguntó si creía que Freeman iba a jugar ese partido contra los Padres. “Lo tenía como al 5%, especialmente por la forma en que llegó esa tarde. No creo que nadie esperara que jugara. Fue prácticamente un milagro”.

Para la mayoría de las personas, ese habría sido el caso. Después de todo, Freeman está jugando con una contusión ósea y un esguince que probablemente debería mantenerlo fuera de acción de cuatro a seis semanas. Pero Freeman, quien siempre se ha enorgullecido de jugar cada partido, fue a hablar con el mánager Dave Roberts y el presidente del departamento de operaciones de béisbol, Andrew Friedman, para hacerles saber que podían incluirlo en la alineación.

“Le dije a Charlie: 'No sé si papá va a poder jugar hoy’”, comentó Freeman, refiriéndose a una conversación que tuvo con su hijo.

A medida que avanzan los playoffs, la disponibilidad de Freeman seguirá siendo una decisión de último momento. Roberts dijo que Freeman siempre estará en la alineación titular, hasta que ya no pueda jugar. Pero, mientras cojea por todo el terreno, Freeman sigue dándolo todo por los Dodgers, con un promedio de .273 en seis partidos.

“Creo que todos creemos que si sacrificas algo, entonces significa más”, comentó Roberts. “Él está sacrificando su cuerpo en este momento. Está haciendo muchas cosas que la gente no sabe para mantenerse en el terreno. Y cuando hace eso, significa más para él”.

Los días han sido largos para Freeman. Desde que sufrió el esguince el 26 de septiembre, prácticamente ha vivido en la sala de trainers. En los días de juego, Freeman ha estado llegando horas antes que todos los demás. El primer paso es tratar de disminuir la hinchazón, algo que se vuelve cada vez más difícil a medida que sigue jugando con la lesión.

Una vez que los trainers y Freeman trabajan en eso durante horas, la estrella de los Dodgers lleva su proceso de recuperación al terreno de juego. Pasa por sus ejercicios previos tanto como puede. Toma algunas rolings en la primera base e intenta simular la carrera hacia la almohadilla. Nunca se ve bien. Pero se ve lo suficientemente bien.

“Lo que está haciendo por nosotros ha sido increíble”, aseguró Muncy. “No puedes pedirle a alguien que ponga su cuerpo en la línea cada noche de esa manera. Sé que son los playoffs, pero lo que está haciendo ha sido estilo Gladiador para nosotros. Definitivamente lo apreciamos”.

Cada vez que Freeman pisa el terreno, sus compañeros de equipo están asombrados. Pero antes del Juego 4 de la SDLN, cuando los Dodgers enfrentaban la eliminación contra los Padres, fue el turno de Los Ángeles de retribuirle a Freeman por sus esfuerzos. Freeman no estaba físicamente capacitado para jugar en juegos consecutivos.

“Todos le dijimos a Freddie, ‘Te cubrimos’”, reveló Muncy. “Luego, llegamos al [Juego 5] y él dijo: ‘No se preocupen, muchachos. Yo me encargo esta noche’”.

En el Juego 1 de la Serie de Campeonato de la L.N. contra los Mets el sábado, fue otro momento de Freeman el que galvanizó a los Dodgers. Cuando Muncy conectó un sencillo al jardín central, Freeman —quien estaba en segunda base— sabía la importancia de asegurar una segunda carrera. Dio la vuelta por tercera y se dirigió al home. Como ha dicho durante todo este proceso, no jugará si no puede hacerlo de la manera correcta.

Cuando Freeman pisó el plato, se aseguró de hacerlo con su pie izquierdo, un movimiento antinatural para él. Dado que apenas puede correr, tampoco pudo frenar después de anotar. Se abalanzó sobre Mookie Betts, quien lo abrazó para detener su impulso.

“Por suerte, levanto pesas y pude sostenerlo”, dijo Betts riendo. “Nos está dando todo lo que tiene. Yo solo estaba ahí para apoyarlo. Es increíble lo que está haciendo ahora mismo”.

El abrazo entre las dos superestrellas en ese momento es una imagen que quedará grabada por mucho tiempo, especialmente si este equipo logra ganar su primera Serie Mundial en una temporada completa desde 1988. Es una representación perfecta del talento del club, pero también del sacrificio que uno de sus grandes figuras está haciendo en el momento más importante.

“Cada día parece empezar justo donde estaba el día anterior. Es un poco difícil jugar a través de esto porque nunca desaparece”, dijo Freeman. “Parece que sigue empeorando. Pero ahora mismo, no siento nada, así que tal vez deberíamos seguir ganando”.