CLEVELAND -- “Él nos representa a todos. Es nuestro turno de representarlo a él”.

Pocas veces Francisco Lindor esconde su sonrisa, pero tal vez se haya vuelto incluso más amplia al hablar esta semana sobre la idea de vestir el número 21 en su espalda, como manera de honrar a Roberto Clemente.

El miércoles, los jugadores puertorriqueños en el equipo de los Indios, incluyendo a Lindor, tendrán la oportunidad de utilizar el número de Clemente en el marco de la 19na celebración consecutiva del Día de Roberto Clemente en las Grandes Ligas.

“Es una bendición poder utilizar su número en un día como ése”, dijo Lindor. “Es súper especial. Está en nuestras raíces. Gracias a MLB por hacerlo. Luego, espero que todos puedan utilizarlo, al menos por un día”.

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El Cometa de Carolina tiene un lugar especial en el corazón de cada pelotero de la Isla del Encanto. El talento que demostró en el terreno, junto a la calidad humana que tenía fuera de él, es una combinación que ha generado que cada jugador puertorriqueño lo idolatre.

“La manera en la que jugaba era cómo mi papá quería hacerlo”, dijo Lindor. “Al mi papá jugar así, incluso aunque no lo hizo a nivel profesional, a mí también me lo enseñó. Ser agresivo, pasarla bien y después de hacer todo eso, salir y ayudar a los demás para convertirse en una buena persona fuera del terreno”.

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El padre de Lindor no jugó de manera profesional, pero el papá del manager temporal de los Indios, Sandy Alomar Jr., sí tuvo la oportunidad de jugar ante Clemente en el béisbol invernal de Puerto Rico y en el Juego de Estrellas de 1970. Él también hizo lo posible para inculcarle a su hijo un juego similar.

“Cuando tienes esa edad, ya todos saben quién es Roberto Clemente en Puerto Rico”, dijo Alomar. “Yo era un niño cuando él falleció. No recuerdo mucho, pero las historias aún siguen vivas. Cada padre en Puerto Rico trata de que su hijo siga los pasos de Roberto Clemente”.

Ahora, tanto Lindor como Alomar tuvo dificultad a la hora de esconder la emoción que tiene por honrar el legado de Clemente esta semana.

“Estar para todos. Ése es el legado que dejó Clemente”, dijo Lindor. “No era sólo bueno en el terreno, sino extraordinario fuera de él. Era una mejor persona. Por eso vestimos el 21. No porque dio 3,000 hits ni porque ganó una Serie Mundial ni consiguió 12 Guantes de Oro. No es por eso, sino por lo bueno que era fuera del terreno y lo mucho que lo querían”.