Los innings finales de los juegos prácticamente decididos suelen generar ocasiones perfectas para que ocurran situaciones extrañas. Pero, ¿David Fletcher haciendo pitcheos en nudillo, siendo imbateable desde la lomita? Eso es algo que nadie veía venir.

Con el equipo de Triple-A Gwinnett habiendo jugado una doble tanda el martes y abajo 10-2 luego de siete entradas y media el miércoles por la tarde en el AutoZone Park, es entendible que el bullpen estuviese cansado. Por segunda vez en la semana – y apenas segunda vez en su carrera profesional, que inició en el 2015 – Fletcher se trepó a la lomita.

El veterano de 29 años no optó por intentar lanzar sliders, cambios ni curvas. Cuando los rivales hicieron swing ante nueve pitcheos que lucían bien similares al lanzamiento de nudillos, fallaron seis veces.

Fletcher empezó el tramo con un ponche y luego otorgó una base por bolas, antes de registrar otro abanicado ante el 99no mejor prospecto del béisbol, Victor Scott II. Después, dio un pelotazo.

Con hombres en posición de anotar, Fletcher continuó haciendo pitcheos de nudillos a 60 millas por hora hasta que ponchó al tercer bateador para terminar el episodio.

Fletcher, pilar por mucho tiempo del cuadro interior de los Angelinos, se integró a la organización de los Bravos en el pasado mes de diciembre como parte de un cambio. Con Gwinnett, batea .250 en 27 juegos, pero el número más impresionante que ha registrado en el año es la de efectividad de 0.00 que luce tras un par de relevos.