Puedes intentarlo de muchas maneras, pero la verdad es que hay muchos aficionados de béisbol que pasan toda su vida sin poder capturar una pelota en las gradas.

Aparentemente, lo que se necesita es al menos un poco de la suerte que tuvo este aficionado en el juego entre Cerveceros y Atléticos el viernes por la noche.

Ubicado en la parte superior de las gradas sobre el cuadro interior, el joven fanático con una camiseta blanca de los Atléticos demostró por qué trajo su guante al Oakland Coliseum.

En la parte alta de la primera entrada, el ágil fanático se movió hacia su derecha para hacer una atrapada de la que cualquier jugador de los Atléticos se habría sentido orgulloso, capturando una bola foul bateada por el venezolano Jackson Chourio de Milwaukee.

Pero no terminó ahí. El seguidor siguió una bola de foul del cañonero de los Atléticos, Brent Rooker, que fue directo a su guante en la parte baja del primer capítulo, logrando su segunda bola del juego. Dos bateadores después, se lanzó al aire para intentar una increíble atrapada de un foul del dominicano Miguel Andújar, ¡y LO LOGRÓ!

Así es: Una entrada. Un fanático. Tres bolas foul, todas atrapadas limpiamente. Eso debe ser un récord.

No sólo el fan parecía más incrédulo con cada gran atrapada, sino que después de la tercera, toda su sección le dio una ovación. ¿Quizás la mejor parte? El fanático le regaló su último premio a un niño que estaba frente a él, feliz de compartir la riqueza después de una entrada como ninguna otra.