TAICHUNG, Taiwán – Si seguiste el juego del World Baseball Classic entre Cuba y los Países Bajos, tal vez no lo hayas visto, pero definitivamente lo escuchaste.

Luego de cada jugada de Cuba, se escuchaba un ruido estruendoso. Un hombre con una corneta.

“Soy de Cuba, pero vivo en Houston”, dijo Pablo Ávila. “Soy camionero”.

Ávila es uno de los aficionados más devotos del béisbol que puedas encontrar. No sólo ha asistido a todos los partidos de su país en la historia del World Baseball Classic, sino que también ha ido a los Juegos Olímpicos, torneos juveniles y mundiales. El cubano ha seguido a su país a donde quiera que vaya.

“A donde vayan, yo voy”, expresó, mientras respiraba de tanto gritar en el terreno.

Bromea Ávila, diciendo que no sólo es uno de los seguidores más reconocidos de Cuba, sino del mundo. El público en el Intercontinental inmediatamente reconocieron su presencia en el campo. Incluso hubo muchas personas que fueron a tomarse fotos con él.

Los jugadores lo conocen muy bien. Claro, él siempre está ahí. Ahora, cree que su selección cuenta con un sólido equipo.

“Son muy buenos”, dijo Ávila. “Uno de los mejores equipos que he visto. Como el de la década de los 90”.

Ya veremos cómo le irá a Cuba en el Clásico Mundial, pero Pablo estará presente en todos los partidos luego de la derrota por 4-2 que sufrió ante los Países Bajos en el duelo inaugural.