MIAMI – Los adolescentes de la edad del venezolano José Salas suelen estar contando los días para graduarse de la secundaria y comenzar el primer año en la universidad. Pero Salas, quien firmó como agente libre internacional con los Marlins a sus 16 años en el 2019, lleva un camino diferente, en busca de una carrera como beisbolista profesional. 

El joven de 18 años nació en Kissimmee, Florida y creció cerca de Orlando. El béisbol corre por sus venas, con su abuelo, tío y padre habiendo jugado en Venezuela. Como resultado, Salas viajó bastante como niño, recorriendo, junto a su madre, por los equipos donde jugaba su papá. Pasó de una educación privada a la Escuela Virtual de Florida (FLVS) hace unos cuatro años, para continuar sus estudios, en un período en el que estuvo entre Venezuela y la República Dominicana.

Luego de pasar por la Florida Complex League y Clase-A Baja Jupiter en su primera campaña como profesional en el 2021, Salas ha retomado sus estudios. Tiende a mantenerse alejado de ellos durante la temporada debido a su atípico calendario. Pero una vez empieza la postemporada, Salas se asegura de tener siempre un libro con él. 

“Quiero estar siempre preparado, intentando hacer más. A veces, me alejo del terreno un momento cuando no estoy haciendo nada en el campo”, dijo Salas. “Eso me mantiene enfocado durante el receso de temporada. Busco qué hacer, en vez de mantenerme sentado”.

El décimo mejor prospecto de Miami pasa entre tres y cuatro horas al día estudiando materias como inglés, matemáticas, ciencias – siendo matemáticas la que más tiene que estudiar y ciencias su favorita. Se considera un estudiante visual y normalmente utiliza su computadora en casa o se va a una biblioteca para conocer a alguien. 

Los estudios de Salas son independientes del departamento de educación de los Marlins, que inscribe a aquellos que no hayan terminado sus estudios (hasta la secundaria). Según la gerente de servicios de educación, Pamela Mejía, el departamento siempre está disponible para otorgarle los recursos necesarios a Salas o ayudarlo con cualquier duda.

“Típicamente, apoyamos a los jugadores con una educación formal y el idioma”, señaló Colleen Mitchell, encargada de cuidado de jugadores, en un correo electrónico. “Salas siempre ha sido un estudiante único. Ya es completamente bilingüe, pero necesita terminar su educación secundaria”.

Aunque Salas no participa con regularidad en las clases de idiomas, a veces hace de invitado especial para ayudar a sus compañeros. También es parte de talleres que organiza el programa de educación. Luego del Draft amateur del 2021, por ejemplo, el departamento organizó un taller para ayudar a los recién llegados de diferentes culturas. Salas compartió su herencia venezolana y la experiencia de competir con jugadores de todo el mundo. 

La meta para la iniciativa educativa de los Marlins es ofrecer herramientas de vida que ayuden a convertir a jóvenes jugadores en hombres atletas. Además del trabajo con el proceso de aprendizaje y educación formal, hay un desarrollo profesional y servicio comunitario.

“Realmente me gusta ayudar a mis compañeros con ese tipo de cosas bilingües”, mencionó Salas. “Al final del día, somos un equipo y tenemos que comunicarnos para poder estar en la misma página. Entonces, ésa es la prioridad cuando se trata de lo que están haciendo Colleen y nuestros profesores en Miami: Hacer que todos seamos una comunidad y aprender el uno del otro. Eso nos acerca como hermanos, para vernos más como una familia. Hay que crear esa hermandad y para eso, tenemos que comunicarnos y conocernos, no sólo como jugadores”.

El proceso continuó en octubre, cuando Salas entrenó en el campamento de desarrollo en el loanDepot park, junto a otros de los mejores prospectos. La experiencia motivó aun más al campocorto venezolano a alcanzar las Mayores, luego de un gran debut como profesional. En la FCL, el bateador ambidiestro bateó .370/.458/.511 en 28 juegos, antes de registrar .250/.333/.315 en 27 encuentros con los Hammerheads, enfrentando a rivales años mayores que él. Por ahora, Salas no se está adelantando. Su padre le ha aconsejado que disfrute el momento, porque el tiempo pasa volando.

Entocnes, mientras espera, Salas busca su Diploma de Desarrollo Educacional en el 2022. Dice ser un buen estudiante gracias a sus padres, quienes se han asegurado de que vaya a la escuela y siga recibiendo educación a pesar de las constantes mudanzas.

“Mi mamá siempre me ha enseñado que, después del béisbol, tengo que estar estable conmigo mismo”, dijo Salas, quien está interesado en trabajar en el campo de bienes raíces, como su madre. “Es bueno tener un Plan A, no me confundas. El Plan A es el primero, pero tienes que tener también un Plan B. Siempre es bueno tenerlo”.