El cuarteto de Astros quiere un final feliz
BOSTON -- Hoy en día, en muchos equipos está de moda tener alineaciones bien variadas día tras día, con jugadores versátiles que saben jugar múltiples posiciones a la defensa.
No obstante, desde el 2017 los Astros han tenido una constante en su lineup diario: El cubano Yuli Gurriel en la inicial, el venezolano José Altuve en la intermedia, el puertorriqueño Carlos Correa en el campo corto y Alex Bregman en la antesala.
Primero A.J. Hinch y desde el año pasado Dusty Baker han tenido una tarea fácil a la hora de alinear su defensa (y su orden al bate también) con ese cuarteto firme. Y en postemporada ha sido más acentuado, ya que son 63 partidos juntos en playoffs/Serie Mundial, la mayor cantidad en la historia de Grandes Ligas para un solo grupo de infielders.
En particular, Correa y Altuve han formado una formidable pareja de la doble-matanza desde el 2015.
“Es mucho tiempo para tener esa combinación, sobre todo con calibre de Todos Estrellas (un total de siete Juegos de Estrellas entre los dos desde el 2015)”, dijo el manager de los Astros, Dusty Baker, quien dirige al equipo de Houston desde el año pasado. “Muchas veces tienes a uno que es All-Star, como Batman, y otro como Robin. Pero esta vez, son dos Batman. Son unos muchachos bien duros”.
Por supuesto, se sabe que con la inminente agencia libre de Correa, podría estar llegando a su final este cuarteto como cuadro interior de los Astros. Con los cuatro juntos, Houston jamás a faltado en la Serie de Campeonato de la Liga Americana—incluyendo la de ahora contra los Medias Rojas--con dos banderines del Joven Circuito y el título de Serie Mundial del 2017 (independiente de lo que se pueda pensar de aquel grupo por el escándalo del robo de señas).
El coach de la banca de los Siderales, el boricua Josué “Joe” Espada, ha sido instructor de los infielders del club desde el 2018 y ha visto de cerca cómo este grupo ha evolucionado a través de los años.
“Primero que nada, bendecido por tener la oportunidad de tener tan buenos peloteros y a la misma vez, un grupo que ha estado unido y se ha acoplado junto y entiende lo que tenemos que hacer como equipo”, dijo Espada. “Son inteligentes. Podemos hacer nuestros ajustes, ya que hemos compartido tantos años juntos. Ha sido algo especial. Yo espero mantenerlos juntos por muchos años, ya que tengo todavía la esperanza de firmar a Carlos Correa”.
Pese al optimismo de Espada, el invierno que se aproxima se perfila como una época de grandes cambios para Correa.
En noviembre, se convertirá en agente libre a los 27 años, viniendo de una temporada en que tuvo el mejor WAR, 7.2, entre todos los jugadores de posición de Grandes Ligas. En otras palabras, está listo para “cobrar” de verdad. Y para principios de diciembre, su esposa está programado para dar luz.
Correa, por supuesto, ha querido hablar mayormente de la tarea que tiene de frente: Ayudar a los Astros a ganar otro campeonato.
“Simplemente pienso en la manera de ayudar a mi equipo a ganar”, dijo. “La verdad es que es una postemporada especial, porque son cinco corridas en el campeonato de la Americana y queremos terminar lo que nos hemos propuesto”.
Correa, más que los demás infielders, tiene una personalidad de gran proyección.
“Es el líder de nuestro equipo”, dijo Altuve. “También es la razón número 1 por la que estamos en los playoffs y hemos estado en los playoffs muchas veces”.
Es cierto. Son seis postemporadas con Correa y Altuve juntos y cinco cuando se agrega a Gurriel y Bregman. Pero ésta podría ser la última con Correa en Houston, así que es hora de aprovecharla.
“Hemos estado en tantas batallas juntas juntos, que hemos aprendido de cada uno de nosotros cuáles son nuestras fortalezas y eso es lo que nos une a nosotros”, dijo Espada. “Es lo que nos mantiene a nosotros unidos. Hay un amor entre cada uno de ese grupo, que es lo que hace a este grupo tan especial”.
¿Habrá un final feliz?
“La verdad es que es un año muy especial para mí, para este equipo”, expresó Correa. “Esperemos que termine de forma perfecta”.