Algunas veces, hasta para robarse un jonrón hace falta un cómplice. En una de las jugadas más raras que jamás verán, dos jardineros de los Nacionales se combinaron para evitar un potencial bambinazo durante el juego de Spring Training la tarde del lunes ante los Nacionales.

El primera base de los Cardenales, Paul Goldschmidt, mandó un largo elevado entre el central y el izquierdo que parecía destinado a pasar sobre la cerca, pero el patrullero de Washington, Lane Thomas, buscó la pelota hasta la pared y pegó un brinco. Thomas logró tocar la bola con el guante, aunque no pudo atraparla.

Fue allí cuando su compañero llegó justo a tiempo para hacer la asistencia. ¿Para qué otra cosa son los amigos?

El center fielder Dee Strange-Gordon también había corrido hasta la pista de seguridad, y cuando la bola rebotó en el guante de Thomas, Strange-Gordon logró meter su guante antes de que la pelota rebotara en el suelo. Levantó el guante tan alto como pudo y corrió hacia el umpire, como si necesitara demostrar que la increíble jugada realmente había ocurrido.