¿Dónde están ahora? Alexei anhela jugar aún
CHICAGO – En su último juego en Grandes Ligas, Alexei Ramírez dio cuatro imparables ante los Rays en Texas el 2 de octubre del 2016. No es una mala manera de terminar una sólida carrera de nueve campañas para el campocorto cubano que cumplirá 39 años en septiembre.
Pero durante una reciente conversación con MLB.com, Ramírez dejó en claro que quiere seguir jugando.
“He estado entrenando para mantenerme en forma, intentando buscar otra oportunidad de jugar en las Mayores”, dijo Ramírez. “No estoy feliz con la manera en la que dejé el juego, porque sé que puedo dar más. Quiero salir del béisbol a mi manera.
“Sé que hay equipos buscando a jugadores jóvenes y eso probablemente me afecte un poco a la hora de buscar otra oportunidad. Pero estoy listo y realmente espero recibir otra oportunidad”.
Ocho de las nueve temporadas de Ramírez fueron con los White Sox, luego de siete en Cuba con Pinar del Río. El torpedero dio 115 cuadrangulares, se robó 143 bases, fue convocado a un Juego de Estrellas y conquistó dos Bates de Plata con Chicago. Sacudió cuatro grand slams durante la campaña del 2008, cuando terminó por detrás de Evan Longoria en las votaciones para el premio al Novato del Año de la Liga Americana. El padre de cinco hijos reside en Miami, donde sus vástagos Alexei y Alexa juegan en el mismo equipo.
MLB.com: ¿Qué recuerdas del proceso que te llevó a los Medias Blancas en el 2008?
Ramírez: Recuerdo cuando estaba en la República Dominicana y estaba en contacto con [José] Contreras. Para entonces, él estaba con el equipo. Ése fue un factor importante y una gran influencia para firmar con el equipo. Me sentí más cómodo. Fue una decisión fácil sabiendo que él estaría ahí.
MLB.com: ¿Cuántos equipos se interesaron en ti?
Ramírez: Si la memoria no me falla, creo que Oakland y Tampa Bay. Pero los Medias Blancas tenían a Contreras. Para mí, tenía todo el sentido del mundo firmar con ellos a causa de eso.
MLB.com: ¿Conocías a (Minnie) Miñoso antes de firmar con los Medias Blancas?
Ramírez: No, personalmente no. Pero cuando estaba en Cuba escuchaba muchas historias sobre él y las cosas que había hecho en las Mayores. No sólo él, también sobre Tony Oliva y Luis Tiant.
Fue cuando llegué a los Estados Unidos y me integré al equipo que tuve la oportunidad de conocerlo. Fue un verdadero placer. Cada vez que estuve con él, fue especial. Las conversaciones que teníamos en el clubhouse eran muy, muy especiales.
MLB.com: Los Medias Blancas tienen a varios cubanos, como José Abreu, Yoán Moncada y Luis Robert. Y José Contreras está trabajando con la organización. ¿Esa conexión cubana marca la diferencia para los jóvenes de Cuba que buscan equipos?
Ramírez: Eso creo, porque has visto la historia del equipo y la relación que han entablado con jugadores cubanos. No sólo Moncada, Robert y Abreu, sino que también se remonta al pasado, con Contreras, conmigo y Minnie.
La gente de Cuba debería estar agradecida con los Medias Blancas, por la manera en la que han tratado a los cubanos a lo largo de la historia. Definitivamente, es algo que pesa a la hora de tomar una decisión.
MLB.com: Fuiste conocido por tu excelente defensa del campo corto. ¿Pero cómo se sintió haber hecho tu debut en el jardín central en Cleveland?
Ramírez: Fue una bonita historia. Recuerdo que estaba en la República Dominicana y tuve una conversación con mi agente y Ozzie Guillén, quien era el manager en ese entonces. Ozzie me preguntó directamente, sabes cómo es él: ‘Oye, ¿qué posición juegas?’, le respondí que el campo corto, pero me dijo: ‘No, campo corto no. Tenemos a [Orlando] Cabrera ahí. Elige otra posición’, y le dije que entonces sería el jardín central.
Dije jardín central porque jugué esa posición en Cuba. Entonces, me dijo: ‘Sí, está bien. Vas a jugar allí’. Pero cuando comenzó la temporada, [Juan] Uribe sufrió una lesión y se abrió el puesto de segunda base para mí. Le dije a Ozzie en esa conversación que lo que me importaba era jugar, no importaba la posición.
MLB.com: ¿Te gustó el apodo de “Misil Cubano” que te puso Ozzie?
Ramírez: ¡Sí, claro! Me gustó el apodo, porque creo que refleja la combinación de herramientas que tengo. Velocidad, rapidez y habilidad de batear para poder y promedio. Me siento bendecido por haber tenido la oportunidad de jugar para un manager latino como él. Pudimos construir una relación.
Era como un hermano, padre y mentor. Estoy agradecido por eso. Sé que muchos latinos no han podido contar con alguien como él al comienzo de sus carreras. Fui muy afortunado al tenerlo como manager.
MLB.com: ¿Fue una locura la temporada del 2008 para ti, necesitando el juego 163 para avanzar a la postemporada?
Ramírez: Para cualquier jugador, especialmente los latinos--cubanos, dominicanos, venezolanos--cuando juegas béisbol y llegas a este país, sueñas con llegar a las Mayores y poder disputar un juego o serie de postemporada. Me siento muy agradecido y bendecido de haber tenido esa oportunidad en mi primer año en Grandes Ligas. Sé lo difícil que es.
MLB.com: Diste un jonrón con bases llenas para vencer a Detroit en un partido reprogramado al día siguiente de haber terminado la temporada regular, básicamente para obligar el desempate por en la Central de la Americana. ¿Es ese grand slam el mejor momento de tu carrera?
Ramírez: Tuve muchos momentos buenos con los Medias Blancas, pero ese grand slam marcó mi carrera. Sólo por el momento y la situación; das un grand slam, el equipo gana y luego enfrentas a los Mellizos en el siguiente juego. Recuerdo como si fuera hoy ese juego ante Minnesota.
El cuadrangular de Jim Thome, Ken Griffey Jr. con su tiro al plato, Bobby Jenks cerrando el juego. Lo recuerdo perfectamente. Fue un año especial para mí.
MLB.com: ¿Has visto la repetición del juego perfecto de Mark Buehrle del 2009 y recordado eso de “¿Alexei? ¡Sí!” en la asistencia para el out 27?
Ramírez: He visto el video del juego, pero recuerdo que luego del out 26, me decía a mí mismo ‘Por favor que no salga un batazo hacia mí’, porque tenía un tobillo lesionado. Y en cuanto vi el roletazo dije ‘Oh no’. Pero me moví e hice la jugada. Es un dato curioso.