L.A. invirtió en grande y triunfó, pero las lesiones alteraron el camino

3:02 PM UTC

LOS ÁNGELES – Los Dodgers del 2023 ganaron 100 juegos en la campaña regular. Pero el consenso entre la mayoría de los conocedores del equipo era que Los Ángeles estaba en modo de “puente” entre el 2022 y el 2024, ya que hace dos años la organización dejó partir vía la agencia libre a figuras como Trea Turner, Justin Turner, Joey Gallo, Tyler Anderson y Craig Kimbrel, entre otros.

Los que pensaron eso acertaron. En el invierno del 2023-24, los Dodgers gastaron en grande tras ser barridos en la Serie Divisional del año pasado por los Diamondbacks. Llegaron Shohei Ohtani (10 años, US$700 millones), Yoshinobu Yamamoto (12 años, US$325 millones), Tyler Glasnow (cinco años, US$136.5 millones tras un cambio con los Rays) y el dominicano Teóscar Hernández (un año, US$23 millones). Además, Los Ángeles invirtió a largo plazo en el receptor Will Smith (10 años, US$140 millones) y retuvo al puertorriqueño Enrique “Kike” Hernández, entre otros tantos movimientos.

Con todo eso, por supuesto, vinieron las expectativas de lugar que siempre rodean a los Dodgers, que han clasificado para los playoffs ahora en 12 temporadas consecutivas.

No obstante, llegaron las lesiones desde antes del inicio de la campaña, con los derechos Dustin May y Tony Gonsolin. Luego, se ausentaron por tiempos prolongados figuras como Mookie Betts, Clayton Kershaw, el venezolano Brusdar Graterol, Gavin Stone, Joe Kelly, Emmett Sheehan, Blake Treinen y el mismo Yamamoto. Muchos de ellos jamás regresaron. Y ahora en la postemporada, han perdido tiempo de juego Freddie Freeman, el venezolano Miguel Rojas y Alex Vesia.

Entonces, la profundidad de la organización, auxiliada con el poder económico del club – algo que se vio claramente con las adquisiciones cruciales de Jack Flaherty y Michael Kopech en julio – tiene a los Dodgers a una victoria de su primera participación en la Serie Mundial por primera vez desde el 2020, con la Serie de Campeonato de la Liga Nacional 3-2 a su favor y el Juego 6 programado para el domingo en Los Ángeles.

“Son muchas las cosas imprevistas que pueden pasar en una larga temporada de béisbol, y tenemos a muchos buenos jugadores”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Estoy consciente de eso, así que creo que eso también es parte de (lo que hemos hecho)”.

Pese a las tantas bajas, Los Ángeles logró el mejor récord de Grandes Ligas durante la campaña regular con 98 triunfos. Y en la ronda divisional de los playoffs, en la que habían caído en tres de los últimos años de temporadas completas, los Dodgers reaccionaron tras estar abajo 2-1 en la serie al mejor de cinco frente a los Padres para ganar los últimos dos y eliminar a San Diego.

Lo logrado en el 2024 ha sido, en muchos casos, “sobre la marcha”, hasta el punto de que Mookie Betts jugara en el campo corto antes de su fractura en la muñeca izquierda en junio, y que ahora Los Ángeles tenga que realizar “juegos del bullpen” en la postemporada con apenas tres abridores viables.

“Ha ido de la manera en que esperábamos, en términos de dónde estamos hoy”, dijo Roberts. “Cómo hemos llegado, definitivamente, no es la forma en que lo visualizábamos”.

Flaherty, Kopech, Edman, el cubano Andy Pagés, el venezolano Edgardo Henríquez, Ben Casparius y Brent Honeywell Jr. no estaban del todo en los planes de los Dodgers para esta altura del año.

“Es interesante”, comentó Roberts. “Hace seis meses, yo no sabía quién era Edgardo Henríquez. Yo no sabía quién era Ben Casparius. Hubiera esperado que Tyler Glasnow estuviera lanzando uno de estos partidos.

“Es diferente, pero crédito para la organización y la resiliencia que tenemos. Es algo bastante bueno”.