Para los Dodgers, todo está cayendo en su lugar ahora mismo
Los Dodgers están en el primer lugar otra vez, porque casi siempre están en el primer lugar, algo así como los Bravos. La única vez en la última década que no terminaron en la cima fue en el 2021, un año en el que ganaron 106 juegos, pero los Gigantes se llevaron 107. No tienen a Clayton Kershaw ni a Max Muncy en este momento, no han contado con Walker Buehler en toda la temporada y bien temprano perdieron a Gavin Lux para toda la campaña. De alguna manera, están donde siempre están en la División Oeste de la Liga Nacional. Son buenos de verdad - otra vez - y la mala noticia para el resto del circuito es que podrían ser aun mejores el resto del camino.
Quizás por eso, su manager Dave Roberts--quien podría estar haciendo el mejor trabajo de toda su carrera--suena más como un fan de los Dodgers que como un dirigente cuando se le pregunta por su equipo.
“Éste es un gran grupo de hombres”, dijo Roberts durante el fin de semana cuando le pedí que me hablara de los Dodgers. “Y es un equipo muy divertido”.
Sin duda, han bateado mucho mejor de lo que han lanzado en este camino de regreso a la cima de la división. La única divisa de la Liga Nacional con más cuadrangulares que los 179 que han conectado los Dodgers son los Bravos, con 212. Mookie Betts encabeza a Los Ángeles con 30 bambinazos y un promedio de .285. Freddie Freeman está jugando como el JMV que fue hace tres años en Atlanta, con promedio de bateo de .339, 23 cuadrangulares y 80 carreras impulsadas, además de la impecable primera base que sigue jugando.
Muncy tenía 27 vuelacercas antes de lesionarse la muñeca. J.D. Martínez tiene 25 y volvió a ser un All-Star una vez que llegó a Los Ángeles. ¿Y saben quién bateó de cuarto para Roberts la noche del domingo contra los Padres? El dominicano Amed Rosario, a quien obtuvieron los Dodgers de los Guardianes y ahora juega en la segunda base. Por supuesto, Rosario conectó un jonrón, además de los de Betts y Freeman.
Entonces, los Dodgers no sólo están bateando con estrellas conocidas. Cuando le pregunté a Roberts si ha habido una gran sorpresa para él hasta ahora, ésta fue su respuesta:
“La producción de los jardineros. [Jason] Heyward, [el venezolano David] Peralta, [James] Outman, con un toque de Betts. Han estado increíbles”.
Cuando Roberts habla de Betts, uno de los mejores jardineros defensivos del juego, es porque ha jugado 50 encuentros esta campaña -por necesidad- entre el campo corto y la segunda base. Puede que este año sea incluso más candidato a JMV que cuando ganó el premio hace cinco años en Boston. Pero Roberts ha podido moverlo desde los jardines, debido a las actuaciones de Heyward, Peralta y Outman.
Jason Heyward (11 cuadrangulares) ha vuelto a encontrar su juego con los Dodgers, y ¿no es curioso lo a menudo que ocurre eso con los jugadores una vez que se ponen el uniforme del histórico club? Outman lleva 13 vuelacercas. El veterano Peralta, quien jugó la mayor parte de su carrera con los D-backs antes de terminar con los Rays la campaña pasada, ha jugado 92 desafíos por Roberts, bateando .277 con siete cuadrangulares y 40 remolcadas.
Ahora veremos qué sucederá con el pitcheo durante los 52 partidos que faltan en la temporada regular. Se espera que Kershaw, fuera de acción debido a molestias en el hombro de lanzar, regrese pronto. El gran sueño de los Dodgers es que Buehler, en su camino de regreso de la cirugía Tommy John, pueda estar disponible en algún momento de septiembre. Después de que el coach de pitcheo asistente, Connor McGuiness, vio a Buehler lanzar el otro día, dijo lo siguiente: “Se parece a Walker”.
En la Fecha Límite de Cambios, Andrew Friedman, quien dirige el departamento de operaciones de béisbol de los Dodgers, no sólo incorporó a Rosario, sino que obtuvo de los Medias Blancas a Lance Lynn y al ex Dodger Joe Kelly. La noche del domingo contra los Padres, Lynn lanzó 6.0 entradas, hizo 96 lanzamientos, permitió cuatro hits y una carrera, ponchó a seis y consiguió su segunda victoria con los Dodgers.
Habrá interrogantes con el relevo de Los Ángeles. Sólo un completo colapso en la noche del sábado, con los Padres anotando siete carreras en la parte baja de la octava, les impidió llevarse los primeros tres choques de la serie. Pero el domingo, Ryan Brasier, el venezolano Brusdar Graterol y el dominicano Yency Almonte respaldaron a Lynn con 3.0 entradas de relevo en las que permitieron una carrera. Todos vimos cómo se ven los Dodgers – un club que batea como pocos – cuando además lanzan bien.
Todo el mundo sabe lo que Kershaw y Buehler pueden hacer cuando están sanos. Kershaw tiene efectividad de 2.55 en 16 aperturas del 2023, un año en el que los Dodgers perdieron a Dustin May por una operación de codo tras nueve salidas. Pero entre el mexicano Julio César Urías y Tony Gonsolin han hecho 33 aperturas. Se espera que Kershaw regrese pronto, y Buehler aún podría llegar en septiembre.
Ésa es la buena noticia en Los Ángeles y la mala para todos los demás, incluso en lo que parece ser el año de los Bravos en la Liga Nacional. Uno podría decir, ‘Bueno, aquí vienen los Dodgers’. Excepto por esto: Los Dodgers nunca se fueron a ninguna parte.