WEST PALM BEACH, Florida -- Andrew Pinckney revisó el calendario de la sucursal Doble-A Harrisburg de los Nacionales. Quería estar en el terreno en cada partido, pero también tenía un motivo muy especial para posiblemente poder ver los Juegos Olímpicos cada noche.

Luisa Blanco, su novia, estaba compitiendo en París como la primera gimnasta en la historia de Colombia en avanzar a las finales de rutina completa.

“Llegamos al segundo inning y empezó a llover a cántaros”, recordó Pinckney, clasificado como el prospecto Nro. 28 en la organización de Washington. “Pensé que tenía una oportunidad. Entré corriendo, prendí mi iPad estaba viendo con las esperanzas de que se cancelara el juego. ¡Terminaron cancelándolo! Me perdí su primera rutina, pero aparte de eso, vi todo lo demás”.

Luego de que Blanco completara el salto de caballete, Pinckney pudo ver sus rutinas en la barra de equilibrio, las barras asimétricas y de suelo.

“Llegar a las finales en los Juegos Olímpicos es increíble”, señaló Pinckney. “Ella estaba compitiendo contra todas las figuras y lo estaba haciendo por Colombia, que es su país de ascendencia. Me sentí súper orgulloso de ella. Pude ser un fanático, porque siempre la tengo como mi fanática”.

Pinckney y Blanco han sido pareja desde que eran deportistas en la Universidad de Alabama. Durante ese tiempo, Pinckney fue seleccionado por los Nacionales en la cuarta ronda del Draft del 2023 y Blanco se ganó un puesto en los Juegos Olímpicos del 2024.

Con el transcurso de los años, Pinckney ha aprendido sobre la tenacidad mental de Blanco.

“En la gimnasia, prácticamente tienes una sola oportunidad", explicó el guardabosque. “Haces la rutina y si la fallas, ése es el final de todo. Por eso creo que para mí, sólo se trata de contar las veces que respiras y relajarte. Simplemente saber que con tu preparación es suficiente, porque si tengo casi cuatro oportunidades en el plato, estaré bien. Ella sólo tiene una oportunidad. Eso es lo que me llevo de todo eso”.

Debido a que los Juegos Olímpicos coincidieron con la temporada de béisbol, Pinckney no pudo viajar a París (tiene un llavero de la Torre Eiffel como recuerdo). Blanco viajó a Harrisburg para una serie de partidos tras su regreso.

“A ella no le gusta presumir eso, pero yo definitivamente lo hago por ella”, declaró el joven jardinero. “Es algo maravilloso. Me siento orgulloso de ella”.