SAN JUAN, Puerto Rico – Durante su ilustre carrera en el béisbol profesional, David Ortiz no sólo brilló durante 20 años en las Grandes Ligas con los Mellizos y los Medias Rojas, sino también en 10 temporadas consecutivas en la Liga Dominicana con los Leones del Escogido.

Y en varias ocasiones, el toletero dominicano representó su país en la Serie del Caribe, destacándose sobre todo en dos ediciones del evento en Puerto Rico. El miércoles, previo al partido entre los Toros del Este (República Dominicana) y los Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) del 62 Clásico Caribeño, Ortiz se dio cita en el Estadio Hiram Bithorn para realizar el lanzamiento de honor junto al cantante domínco-boricua, Ozuna.

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“Es un gran honor que me escojan para hacer el lanzamiento de honor, aquí en el Hiram”, dijo Ortiz. “Muchas memorias. Jugué muchas Series del Caribe, representé mucho a mi país, la República Dominicana, aquí”.

En la Isla del Encanto, Ortiz se hizo sentir en grande como refuerzo de la República Dominicana.

En 1999 en el mismo Hiram Bithorn, el oriundo de Santo Domingo dio un jonrón y luego dejó en el terreno a los Indios de Mayagüez con un sencillo en el juego de desempate para darles a los Tigres del Licey el título. Cuatro años después en el Estadio Roberto Clemente de Carolina, Ortiz reforzó a las Águilas Cibaeñas y fue el Jugador Más Valioso del torneo al batear .462 con ocho anotadas y 11 empujadas. Una vez más, el equipo dominicano derrotó a los Indios en un partido extra para conquistar la corona.

“Fueron memorias tan lindas y tan bonitas”, dijo Ortiz al ponérsele el tema de sus éxitos en Clásicos Caribeños en Puerto Rico. “En la Serie del Caribe, yo aprendí a desarrollar algo que para mí fue muy fructífero. Cuando tú juegas frente a un público como el de la Serie del Caribe, la pelota de invierno, entiendo que eso te ayuda mucho. En mi carrera, cuando me llegaban esos momentos cruciales, tuve la dicha, la oportunidad de poder manejarme.

“Por eso es que yo le agradezco mucho lo que se llama la Serie del Caribe, la pelota de invierno”.