LOS ÁNGELES – Dave Martínez, en su segundo año como manager de los Nacionales de Washington, ha hecho muchas cosas en el béisbol profesional como jugador, coach y dirigente.

El enfoque de Martínez ahora, por supuesto, es tratar de llevar a los capitalinos a la primera Serie Mundial en la historia de la franquicia mientras el equipo disputa la Serie Divisional de la Liga Nacional con los Dodgers de Los Ángeles. Pero como hombre de béisbol de ascendencia puertorriqueña, Martínez también está orgulloso de representar sus raíces en el mayor de los escenarios de su deporte.

“Todos saben que soy latino, pero (por) el país mío, me siento feliz (con) todo el mundo”, dijo Martínez, un veterano de la Liga de Puerto Rico con los Metros de San Juan a mediados de la década de los 80. “Puedo representar a todos los latinos”.

Criado entre Nueva York y Orlando, Martínez se desarrolló como pelotero en esas dos ciudades. Fue en la Florida que avanzó más en ese sentido, siendo seleccionado en el draft amateur de 1983 por los Cachorros—uno de nueve equipos con los que jugó a nivel de Grandes Ligas como jardinero y primera base entre 1986 y el 2001.

Después de ser mano derecha como coach por muchos años del manager Joe Maddon, primero en los Rays y luego en los Cachorros, Martínez es uno de cuatro boricuas que han dirigido a nivel de Grandes Ligas, junto a Edwin Rodríguez, Alex Cora y Charlie Montoyo. Ahora mismo, Martínez intenta convertirse en el tercer piloto latino en ganar una Serie Mundial, después su ex compañero de equipo en los Medias Blancas, el venezolano Ozzie Guillén (2005, con los mismos Patiblancos) y Cora (2018, Medias Rojas).

“Para mí, estoy orgulloso de ser de ascendencia (latinoamericana)”, dijo Martínez, quien lleva récord de 175-149 en dos temporadas como dirigente de los Nacionales. “Estoy orgulloso del pueblo de Puerto Rico, pero también de representar a todos los latinoamericanos”.