Strawberry quiere forjar legado como pastor

NUEVA YORK -- El extoletero Darryl Strawberry ya lleva más de una década dedicando su vida a viajar para predicar como pastor. La semana pasada estuvo en Orlando, Florida platicando con niños sobre los males de las drogas -- un tema muy personal para Strawberry. Tuvo problemas con las drogas y el alcohol durante sus 17 temporadas en las Grandes Ligas.
“Quiero inspirar a los niños a que realicen esa grandeza que tienen dentro de ellos, sin importar lo que pase”, declaró Strawberry.
En la actualidad, Strawberry elogia a su madre, Ruby, por enseñarle cómo vivir de la manera correcta. Ruby falleció en 1996, pero su hijo todavía siente el impacto de su vida.
“Me sigue dando fuerza hasta ahora por la manera en que vivió, siendo una buena madre y criando a cinco hijos sola”, explicó Strawberry. “Se sintió orgullosa de mi éxito, pero se enfocó más en que me sintiera mejor como ser humano… Lo único que le importaba es que viviera de la manera correcta, porque así me crio”.
Strawberry reconoció que no vivió de esa manera durante sus días como pelotero. Como él mismo indicó, “Decidí que mi vida fuera una barbaridad”. Strawberry tiene un buen motivo por el que habla tan abiertamente sobre su pasado.
“Ya estoy bien por dentro. Completamente sanado. Ya no estoy roto. Ya no me siento vacío por dentro”, señaló Strawberry. “Cuando estás bien, no te sientes avergonzado. Te das cuenta de que la vida es real. Hay excelentes lecciones que aprendes”.
Pese a sus problemas fuera del terreno, Strawberry encontró el éxito sobre el diamante. Durante su apogeo, Strawberry fue uno de los mejores cañoneros durante la década de los 80. Su mejor año fue en 1988 como miembro de los Mets, cuando lideró la Liga Nacional en jonrones (39), slugging (.545), OPS (.911) y OPS+ (165). Strawberry fue convocado siete veces al Juego de Estrellas con los Mets y los ayudó a conquistar el título de la Serie Mundial en 1986.
Tras su partida del conjunto de Queens después de la campaña de 1990, Strawberry no tuvo el mismo desempeño con los Dodgers ni con los Gigantes. Sin embargo, se integró al otro equipo de Nueva York a finales de los años 90, cuando ayudó a los Yankees a ganar tres títulos como una valiosa pieza en la banca.
Aunque Strawberry se siente orgulloso de sus logros sobre el terreno, ahora quiere destacarse por la persona que es. Es un cristiano y está orgulloso de que sus cinco hijos lo conocen como más que un pelotero. Lo ven como un pastor que viaja para predicar.
“Mis hijos pueden verme como otra persona. Eran muy pequeños cuando yo pasaba por mis momentos turbulentos”, expresó Strawberry. “Pueden ver algo totalmente diferente. Estoy muy entusiasmado por ellos, porque tengo la oportunidad de dejarles un verdadero legado. Mi madre me dejó un legado de que ‘Dios es importante’. Ahora puedo dejarles a mis hijos ese mismo mensaje. Es maravilloso”.
Bill Ladson has been a reporter for MLB.com since 2002. He covered the Nationals/Expos from 2002-2016.