El prospecto Darell Hernaiz emocionado con su primer hit en G.L.
ARLINGTON – Dos semanas podrían haberse sentido como una eternidad para el infielder de los Atléticos, Darell Hernaiz, mientras el puertorriqueño esperaba por su primer imparable en la Gran Carpa.
Utilizado a menudo como un sustituto a la defensa, el jugador de 22 años se había ido en blanco en sus primeros 10 juegos de MLB desde el Día Inaugural.
Finalmente, en la séptima entrada de la derrota de los Atléticos por 6-2 frente a los Rangers en el Globe Life Field, llegó el ansiado batazo.
Una línea suave de Hernaiz al jardín central bien pudo ser atrapada, pero el patrullero dominicano de los Rangers, Leody Taveras, tuvo que fildearla de un rebote. Al llegar a la primera base, Hernaiz levantó sus brazos y miró al cielo.
“Alivio”, exclamó Hernaiz acerca de lo que sintió en ese momento. “No me he sentido tan mal en el plato, pero no había tenido éxito. Me sentí bastante bien después de ver ese batazo picar. Con suerte, ahora puedo comenzar a encenderme en la caja de bateo”.
Clasificado como el cuarto mejor prospecto de Oakland por MLB Pipeline, Hernaiz hizo el roster del club del 2024 como infielder reserva, particularmente en la tercera base y el campo corto. En ligas menores la campaña pasada, el boricua tuvo bastantes oportunidades en el plato, con 561 turnos al bate combinados entre Doble-A y Triple-A en el 2023.
Acumuló 160 imparables en total para un promedio de .321 el año pasado en las menores. Pero este año, las oportunidades en el plato han sido escasas. El partido del miércoles fue apenas su cuarto como titular en la temporada para el oriundo de San Juan.
“El muchacho ha asumido un rol al cual no está acostumbrado”, dijo el piloto de los Atléticos, Mark Kotsay. “No está jugando todos los días como acostumbraba a hacerlo en las menores. Entonces, es un ajuste para él. Obviamente, mientras la temporada avanza y no conectas ese primer batazo, la presión continúa. Por lo tanto, haber dado ese primer hit fue bien importante para él”.
Si ha pasado algo inusual para Hernaiz a nivel de Grandes Ligas hasta ahora, es su tasa de ponches. El puertorriqueño se ponchó el 13.3% de las veces en ligas menores el año pasado –poco más de una vez por cada ocho turnos al bate—pero se ha ponchado cinco veces en 13 visitas al plato esta campaña, incluido uno el miércoles.
“Normalmente no me poncho tanto, pero he estado haciéndolo últimamente— obviamente, siento que me estoy presionando un poco”, confesó Hernaiz. “Pero sólo trato de divertirme y disfrutar cada momento – creo que soy lo suficientemente bueno para triunfar en esta liga”.