Cinco historias impactantes a seguir con la Fecha Límite de Cambios

27 de julio de 2024

Siempre hay algo fascinante ocurriendo en el mundo del béisbol, ¡y siempre hay algo nuevo! Esta semana: La Fecha Límite de Cambios del martes a las 6pm ET se acerca rápidamente. Entonces, ése es el enfoque de esta edición mientras desglosamos cinco dilemas fascinantes para equipos y jugadores en los próximos días.

1. Los Marineros necesitan sacudirse e ir con todo

Los Marineros están en el medio de la pelea. Puede ser fácil olvidar esto, tan difícil como se han puesto las cosas en Seattle en el último mes, con una ventaja de 10 juegos en la división desapareciendo por completo y los Astros saltando al primer lugar del Oeste de la Liga Americana.

La situación es bastante sombría en este momento para un club que intenta ganar su primer título divisional desde 2001. Los Marineros llegaron al viernes habiendo perdido ocho de 10 juegos y 20 de 29, y el dominicano Julio Rodríguez y J.P. Crawford ahora están en la lista de lesionados. Seattle ha sufrido algunos colapsos bastante decepcionantes en las últimas dos décadas, pero éste podría acabar en la cima de la lista.

Pero todavía hay tiempo y, más importante aún, todavía cuentan con esa excelente rotación. Los Marineros tienen la ventaja de contar con una ofensiva tan débil (28va en MLB en OPS y carreras por juego) que mejorarla debería ser bastante fácil. Ya empezaron con la adquisición del cubano Randy Arozarena. Casi cualquiera en el mercado sería una mejora; quiero decir, si el dominicano Vladimir Guerrero Jr. (el ajuste perfecto aquí) no está disponible, incluso Josh Bell sería mejor que lo que tienen ahora en primera base.

Los Marineros necesitan estar un poco desesperados; el pitcheo joven se convierte en pitcheo viejo y lesionado mucho más rápido de lo que solía, y esa rotación es tan buena que realmente no pueden permitirse desperdiciarla. J-Rod apenas comenzaba a recuperarse cuando se lastimó del tobillo; no hay razón para que Seattle no deba tenerlo de regreso en una alineación mucho mejor que la que había cuando él se fue. Los Marineros han recibido un golpe duro, no hay duda. Pero ésta sigue siendo una rotación de primer nivel que sólo necesita un poco de apoyo. Y un poco de apoyo es exactamente lo que está disponible.

2. El momento de los Piratas podría ser ahora

¿El equipo al que nadie querrá enfrentar en una Serie de Comodines? Los Piratas. Paul Skenes, Jared Jones, Mitch Keller… es un trío bastante aterrador en un formato de tres juegos. Debido a esto, probablemente valga la pena que los Piratas se conviertan en compradores. Recuerda, como vimos con los Marineros: Las buenas rotaciones jóvenes son especiales y raras, y eso nunca debe ser tomado a la ligera. (El bullpen de Pittsburgh tampoco está nada mal.) Los Piratas tienen algunos buenos bateadores, como Bryan Reynolds y el dominicano Oneil Cruz, pero tienen uno de los tríos de jardineros con menor poder en todo el béisbol. La buena noticia es que hay un montón de jardineros disponibles. ¿Recuerdas lo que los D-backs obtuvieron de Tommy Pham después de la Fecha Límite el año pasado? Los Piratas podrían conseguir lo mismo del mismo jugador (ahora con los Medias Blancas) por un costo mínimo de prospectos. Michael Conforto de los Gigantes también sería genial.

Yo consideraba a los Piratas a un año o dos de competir hasta su serie de esta semana contra los Cardenales, uno de los equipos con los que están luchando por un Comodín. El único juego que los Piratas perdieron en esa serie fue el que abrió Skenes, pero la multitud en el PNC Park fue verdaderamente ruidosa y animada. Recordaba a la postemporada del 2013, cuando eran tan ruidosos y locos que incluso hicieron que el lanzador de los Rojos, el dominicano Johnny Cueto, dejara caer la pelota en el montículo. En eso es que los Piratas deberían apostar: Una multitud y una rotación que puedan elevarlos; no más adelante, sino ahora. No se habla mucho de los Piratas como compradores, pero deberían serlo, y ni siquiera necesitan hacer mucho. Un par de patrulleros sólidos sería de gran ayuda.

3. ¿Cuál es el nivel de urgencia en el Este de la L.A?

La mejor carrera divisional sin duda es la del Este del Joven Circuito, donde los Orioles y los Yankees — dos contendientes legítimos a la Serie Mundial llenos de superestrellas — se están enfrentando. El ganador (probablemente) obtendrá un descanso en la primera ronda de los playoffs; el perdedor enfrentará una aterradora Serie de Comodines al mejor de tres contra un equipo como los Reales o los Medias Rojas. Pero lo que es interesante sobre los Orioles y los Yankees de cara a la Fecha Límite es cómo el cronograma de un equipo difiere tanto del otro.

Los Orioles, que ya se han reforzado al adquirir a Zach Eflin desde los Rays y a los dominicanos Seránthony Domínguez y Cristian Pache en un cambio con los Filis, no necesitan tener tanta prisa. Si fallaran este año, sería frustrante — especialmente después del descalabro en los playoffs del año pasado — pero nadie pensaría que éste sería un punto de inflexión para la franquicia. Los Orioles van a ser excelentes el próximo año y durante años; eso es lo que han construido.

¿Y los Yankees? Bueno, ¿viste al manager Aaron Boone después de la derrota ante los Mets el miércoles? ¿Parecía alguien que no tiene todo en juego este año? Los Yankees son más viejos que los Orioles y la única estrella joven que tienen, el dominicano Juan Soto, podría irse después de este año. Necesitan actuar ahora, mientras puedan. Ambos equipos tienen necesidades. Pero las necesidades de los Yankees parecen más urgentes; necesitan llenarlas ya y ganar ya. Porque sabemos que los Orioles seguirán mejorando después de este año e incluso ya hicieron un movimiento con los Filis. ¿Podemos decir lo mismo de los Yankees?

4. ¿Qué hacer con Luis Robert Jr.?

El año pasado, finalmente vimos lo que sucede cuando el cubano Robert juega una temporada completa: Es un All-Star, potencialmente uno de los mejores 20 de las Grandes Ligas. Robert jugó más de 100 partidos por primera vez en su carrera — en realidad, 145 — y terminó recibiendo votos para JMV, conectando 38 jonrones, robando 20 bases y cubriendo el jardín central... a los 26 años. Eso es material de superestrella, el tipo de jugador en torno al cual los equipos construyen su roster. Eso es lo que los Medias Blancas intentaron hacer, por supuesto, pero las lesiones siempre parecen alcanzarlo, incluyendo este año: Ha jugado en apenas 49 encuentros, debido a un problema en el flexor de la cadera que lo afectó a principios de campaña. Ha estado más saludable últimamente, pero no ha vuelto a los niveles del 2023.

Los Patipálidos tienen a Robert firmado hasta el final del próximo año, con opciones del club para el 2026 y el 2027, lo que no lo hace tan intimidante para un posible cambio. Pero ¿cómo valoras a un jugador así? ¿Acaso un equipo hará un cambio pensando en hacerse con el Robert del 2023? ¿O simplemente lo consideras como una lotería? Hay muchos nombres importantes en el mercado, pero en su mejor momento — saludable, en forma, patrullando el jardín central — puede que no haya uno más valioso que Robert. ¡Apenas tiene 27 años! Pero presumir que jugará a su mejor nivel esta temporada, el próximo año, o quizás alguna vez, es una suposición bastante grande. Puede requerir que un equipo esté lo suficientemente desesperado como para asumir el riesgo. Pero las recompensas podrían ser enormes.

5. ¿Habrá una reunión con Jack Flaherty?

Flaherty firmó un contrato de un año con los Tigres esta temporada muerta, y no hay duda de que ha cumplido. Está teniendo su mejor campaña desde el 2019, cuando terminó en el cuarto lugar en la votación para el Premio Cy Young de la Liga Nacional. Tiene efectividad de 2.95, una tasa de ponches que es la mejor de su carrera y una tasa de bases por bolas que también es la mejor. Está preparado para un contrato mucho más grande este invierno y podría ser el mejor lanzador en el mercado de cambios en este momento. Es un abridor de postemporada, tal vez un abridor de Juego 1 en estos momentos.

Y, por supuesto, todos los equipos necesitan pitcheo. Pero lo que es curioso es que hay dos clubes contendientes que necesitan desesperadamente un abridor, pero pueden no estar tan interesados en buscar a Flaherty. Ésos serían sus dos equipos anteriores: Los Cardenales y los Orioles. La razón casi con certeza es emocional. Los Cardenales vieron lo mejor de Flaherty en el 2019, pero después, vieron a un lanzador inconsistente y a menudo lesionado. ¿Y los Orioles? Bueno, ya sumaron a Eflin y Flaherty la pasó mal después de que lo obtuvieron en la Fecha Límite del año pasado, poniendo efectividad de 6.75 y finalmente siendo enviado al bullpen.

Si alguno de los dos clubes hiciera un canje por Flaherty este año, sus aficionados podrían no estar nada emocionados. Pero con la forma en que está lanzando, Flaherty ayudaría la rotación de cualquiera de los dos en este momento y haría más probable que ganaran su división.