China Taipéi conquistó el Premier12 con sorprendente victoria vs. Japón

25 de noviembre de 2024

TOKIO – “Estamos escribiendo nuestra propia historia,” dijo el mánager de China Taipéi, Hao-Jiu Tseng, después de que su equipo sorprendiera a Estados Unidos a principios de esta semana para mantener vivas sus esperanzas de ganar el oro en el Premier12. Cuando el equipo estadounidense derrotó a Venezuela el viernes, aseguró que China Taipéi jugaría la final del domingo contra el anfitrión Japón.

Incluso entonces, pocos creían que la selección tenía una oportunidad. Nunca había ganado un torneo internacional importante a nivel senior. Solo avanzó más allá de la primera ronda del Clásico Mundial de Béisbol una vez, en 2013, y fue relegado a un clasificatorio que organizará en febrero tras terminar último en su grupo en el 2023. Nunca había conseguido una medalla en el Premier12, siendo su último podio el bronce en la Copa Mundial de Béisbol --la predecesora de este torneo-- en el 2001. Su mejor desempeño histórico fue una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1992, un evento realizado antes de que nacieran todos menos tres jugadores de su roster.

Pero, como dijo Tseng aquel día, “hay una posibilidad infinita en la vida. No sabes si lo lograrás a menos que lo intentes”.

Chinese Taipei lines up before the gold medal game. Photo by WBSC.

Frente al poderoso combinado de Japón, que había ganado 27 partidos internacionales consecutivos antes de la final por el oro del domingo en el Tokyo Dome, muchos asumieron que el juego ya estaba decidido, con la medalla de oro prácticamente entregada. La última derrota de Japón había sido en el 2019, cuando Estados Unidos lo venció en la súper ronda del Premier12.

Sin embargo, esa posibilidad, aparentemente diminuta, se hizo realidad el domingo. Los jugadores de China Taipéi escribieron sus nombres en los libros de historia con una impresionante victoria por 4-0, dejando a un equipo japonés que había anotado al menos nueve carreras en cada juego de la súper ronda con solo cuatro hits. Japón solo puso a un corredor en posición de anotar una vez.

La racha ganadora de Japón terminó, los fanáticos locales quedaron en silencio, y los seguidores visitantes, repartidos en el cavernoso interior del Tokyo Dome, estallaron en un júbilo indescriptible. Este es quizá el mayor batacazo en la historia del béisbol internacional.

“Este evento hizo historia, y este es un momento significativo para todos nosotros”, dijo Tseng. “El partido contra Estados Unidos, contra Japón. Llegamos aquí. Lo que logramos fue inmenso”.

La victoria de China Taipéi comenzó realmente con una decisión que Tseng tomó el viernes. Japón y China Taipéi estaban programados para enfrentarse en el último juego de la súper ronda, pero con sus lugares en la final por el oro ya asegurados, ambos equipos presentaron alineaciones modificadas. En el caso de China Taipéi, optaron por no utilizar al abridor anunciado, Yu-Min Lin, el prospecto número 7 de los D-backs, y reservarlo para la final. La decisión le costó a la selección una multa de US$2,000, algo que al mánager no pareció importarle.

Lin hizo que la decisión pareciera obvia. Apoyándose en su recta no muy poderosa y un cambio de velocidad con movimiento impredecible, el prospecto de los D-backs lanzó cuatro innings, permitiendo solo un sencillo dentro del cuadro y ponchando a tres.

“Realmente quería tener una gran batalla contra Japón en la final, por eso tomé una decisión importante ayer”, dijo Tseng. “Creo que [Lin] hizo un gran trabajo, y luego todo el cuerpo de lanzadores hizo lo necesario para lograr la victoria. Así que estoy feliz con la decisión”.

Todas las carreras del cotejo llegaron en la parte alta del quinto inning gracias a dos enormes jonrones. El compañero de Lin en los D-backs, Lyle Lin (cuyo nombre de nacimiento es Chia-Cheng Lin, pero usa el nombre Lyle), abrió la entrada con un bambinazo solitario frente al as japonés Shosei Togo.

Tres bateadores después, con corredores en primera y segunda, el capitán Chieh-Hsien Chen se presentó en el plato. Con un promedio de bateo superior a .600 en el torneo, parecía que nada podía detener al jardinero central y referente de China Taipéi. Tras trabajar la cuenta completa, Chen conectó un batazo profundo que superó la pared del jardín central. Los aficionados de Taipéi estallaron en júbilo, mientras que los japoneses quedaron en silencio y hundidos en sus asientos.

Eso resultó ser suficiente, ya que tres relevistas completaron la blanqueada, manteniendo a la poderosa alineación de Japón desconcertada.

“Esto es realmente un sueño hecho realidad para mí, y, sinceramente, no puedo pensar en nada en este momento”, comentó Chen después del partido. “No tengo palabras, pero pudimos mostrarnos al mundo. Estoy muy agradecido. Ser victorioso contra un equipo tan duro es realmente un gran momento para mí”.

Surgirán preguntas sobre el enfoque de Japón en este juego. Muchos fanáticos y periodistas expresaron su descontento con la construcción de la alineación del mánager Hirozaku Ibata, cuestionando por qué el cañonero Shogu Maki fue colocado en el sexto lugar del lineup. Aunque esa decisión funcionó cuando conectó un grand slam decisivo contra Venezuela dos días antes, esta vez se quedó esperando en el círculo de espera, con el bate en el hombro, cuando Ryoya Kurihara bateó para un doble play que puso fin al juego.

Otros se preguntarán por qué dejó a Togo para enfrentar al encendido Chen, cuando el abridor ya había permitido un jonrón, un sencillo y una base por bolas antes del batazo definitivo.

“Es el as de los Yomiuri Giants”, explicó Ibata tras el compromiso. “También fue clave como relevista en el Clásico Mundial de Béisbol. Determiné que podía salir de esa situación y confié en él”.

A pesar de la victoria, Tseng aún cree que Japón está por delante de su equipo. Considera que han establecido el estándar con el que deben medirse los equipos internacionales de béisbol.

“Acercarnos a la selección de Japón, eso era lo que realmente queríamos hacer, pero de hecho les ganamos”, apuntó Tseng. “Eso es enorme. Creo que nos acercamos un poco. Pero sabes, esta victoria no lo es todo. Sé que ellos son un mejor equipo, así que necesitamos esforzarnos más, acercarnos aún más a Japón para poder enfrentarlos así muchas más veces en el futuro”.

China Taipéi será anfitrión del clasificatorio del Clásico Mundial de Béisbol en febrero, buscando ser uno de los dos equipos entre Sudáfrica, Nicaragua y España que avanzarán al torneo principal en el 2026. Sin embargo, pase lo que pase entonces, ya se hizo historia. La historia victoriosa de China Taipéi ya ha sido escrita.