SAN DIEGO – Francisco Cervelli jugó en apenas 16 partidos con los Marlins, pero en ese tiempo se convirtió en un favorito de la fanaticada y puso su sello en la historia de la franquicia.

Durante la temporada del 2020, el venezolano fue el receptor principal de Miami durante un trecho en que el cátcher titular del club, el colombiano Jorge Alfaro, fue parte del brote de COVID-19 del club. Un maestro detrás del plato, Cervelli tuvo uno de los mejores momentos de los Marlins con el madero.

El 11 de agosto del 2020, los Peces perdían ante los Azulejos en Buffalo, Nueva York por tres carreras y con dos outs en la novena entrada. Cervelli le conectó un pitcheo en 3-0 al entonces cerrador de Toronto, Anthony Bass, para jonrón que empató el juego. Cervelli sabía que le había dado con todo a la bola, saltando y celebrando.

Aunque Miami perdería el encuentro por 5-4 en entradas extras, ese momento demostró lo que significó Cervelli para unos Marlins que clasificaron para los playoffs ese año por primera vez desde el 2003.

Desafortunadamente, una contusión cerebral 12 días después de eso no sólo le puso fin a la campaña de Cervelli, sino también a su carrera como jugador activo. Ahora, a sus 36 años, el valenciano es el coach de los receptores de los Padres, reunido con Alfaro. Durante las prácticas de bateo del jueves antes del inicio de la serie entre San Diego y Miami, Bass—ahora en su segunda temporada con los Marlins—tuvo la oportunidad de hablar con Cervelli y hablar de aquel turno hace casi dos años.

“Le pedí un puro por lanzarle ese pitcheo que fue cuadrangular”, expresó Bass por Twitter.

Cervelli estuvo más que dispuesto a complacerle.