Ben Joyce estaba más que encendido.

Era un juego empatado en el noveno inning la noche del 3 de septiembre contra el eterno rival, los Dodgers, y Tommy Edman estaba en el plato con dos outs y cuenta de 0-2 después de haber fallado ante un par de sliders. Joyce tomó impulso y lanzó una recta que Edman no pudo conectar para terminar la entrada. Inmediatamente después del ponche, Joyce volteó a ver la pizarra; sabía que había ejecutado la recta a la perfección, pero quería ver la velocidad.

Cuando la pantalla mostró 105.5 mph, Joyce solo pudo sonreír mientras regresaba al dugout. Fue el lanzamiento más rápido registrado para completar un ponche desde que se inició el rastreo de pitcheos en 2008 y el tercero más veloz de la historia, solo detrás de dos rectas del cubanp Aroldis Chapman (105.8 mph en el 2010 y 105.7 mph en el 2016). Esa noche ayudó a consolidarlo como el lanzador más rápido del momento y es una jornada que no olvidará.

“Fue contra los Dodgers en Anaheim, que es un juego importante para mucha gente, así que tenía aún más adrenalina y enfoque, y es algo que me encanta experimentar”, dijo Joyce. “Fue una recta con total convicción, realmente la solté con confianza. Y, obviamente, lanzar a 105.5 mph es una sensación bastante increíble”.

Pero para Joyce, de 24 años, esto es solo el comienzo, y cree que puede lanzar aún más rápido, por increíble que parezca. Ya había alcanzado las 105.5 mph durante su tercer año en la Universidad de Tennessee en el 2022 y siente que aún tiene más por dar.

“Definitivamente lo creo, porque me esfuerzo físicamente todos los días para aprovechar al máximo mi capacidad”, afirmó Joyce. “Si no lo intentara, sentiría que le estaría fallando tanto a mí mismo como a los demás”.

Su receptor, Logan O’Hoppe, no tiene dudas al respecto y destacó el esfuerzo que Joyce pone en su preparación para alcanzar una velocidad tan impresionante con su recta.

“Conociendo a Joyce”, dijo O’Hoppe, “no creo que vaya a detenerse hasta que llegue a las 150 mph”.