Llegó a existir la posibilidad de que el puertorriqueño Javier Báez ingresara a la lista de lesionados antes del juego del miércoles ante los Bravos. Luego de su rutina previa al partido en Atlanta, los Cachorros decidieron no tomar ese camino con su campocorto estelar.

“Se estaba moviendo bien”, dijo el manager David Ross.

Báez sintió rigidez en la corva izquierda el domingo en un partido ante los Cerveceros y desde entonces, el torpedero ha estado fuera de la alineación, perdiéndose los primeros tres encuentros de la serie ante los Bravos.

Si Báez continúa esa tendencia hacia la dirección correcta, Ross dijo que el infielder podría estar de vuelta el jueves para el último compromiso de la serie de Chicago en Atlanta. El boricua pasó una serie de pruebas y entrenamientos previo al choque del miércoles.

“Fildeó algunos roletazos y se movió bien”, dijo Ross. “Veremos cómo se siente [el jueves]. Todo luce bien”.

Tras los primeros 20 juegos del año, Báez ha tenido uno de los casos estadísticos más interesantes del béisbol. Lleva seis jonrones, ha impulsado 17 carreras, ha anotado 12 y tiene cinco bases robadas, pero tiene promedios de .234/.272/.494 con 35 ponches y una sola base por bolas.