El cubano Yordan Álvarez no puso un pie en un terreno de Grandes Ligas hasta la segunda semana de junio. Ni siquiera llegará, en el mejor de los casos, a 100 juegos disputados esta temporada con los Astros. E incluso así, pareciera el gran favorito para llevarse el premio al Novato del Año de la Liga Americana.

Álvarez era ya el líder en la más reciente encuesta de MLB.com sobre lucha por Novato del Año en cada liga, y luego los Rays anunciaron que Brandon Lowe – su rival más peligroso—iba a perder el resto del año. Eso no significa que Álvarez no se haya ganado la posición que pareciera ocupar actualmente en esa lucha. Jonroneó en su segundo turno en las Grandes Ligas y desde entonces no ha parado, ligando para .323/.421/.681, una de las mejores líneas de producción en Grandes Ligas desde que debutó.

Al no haber requerimientos mínimos para optar por el citado premio, a diferencia del título de bateo, por ejemplo, Álvarez podría unirse a un selecto grupo de ganadores del Novato del Año con menos de 400 visitas al plato. Éstos serían sus compañeros es caso de ganar, listados en orden ascendente según sus visitas al home.

(Colocamos asteriscos al lado de Shohei Ohtani y Bob Hamelin, simplemente para destacar sus extraordinarias circunstancias. Ohtani fue reconocido por su gran labor como bateador y lanzador, mientras que Hamelin vio recortada su campaña por la huelga de 1994).

Willie McCovey (Gigantes), L.N, 1959

Visitas al plato: 219

Sólo disputó 52 juegos, pero promedió un jonrón por cada cuatro encuentros, bateó .354 y tuvo una seguidilla de 22 duelos dando de hit. Trece de sus 38 empujadas le dieron la ventaja a los Gigantes, e incluso hubo gente que se quejó porque no fue al segundo Juego de Estrellas de aquel verano (se hacían dos en aquella época) que se llevó a cabo cuatro días después de su debut en la Gran Carpa.

Ryan Howard (Filis), L.N., 2005

Visitas al plato: 348

La lesión de Jim Thome a principios de campaña le abrió las puertas a Howard en la primera base de los Filis y el segundo cerró al año a toda máquina. El nativo de San Luis largó 11 jonrones y empujó 27 carreras en septiembre y octubre, ayudando a Filadelfia a pelear hasta al final antes de terminar cayendo ante los Bravos en el Este de la Nacional. Howard, quien al año siguiente sería JMV, terminó con 22 jonrones y 63 empujadas en 88 partidos.

Bob Horner (Bravos), L.N., 1978

Visitas al plato: 359

Horner dio 23 bambinazos en 89 duelos, liderando a los antesalistas del Viejo Circuito en ambos departamentos, novatos o no. Bateó .213 en sus primeros 20 juegos como ligamayorista, pero luego ligó .282 con 21 vuelacercas en sus últimos 69 partidos y para así superar a Ozzie Smith en la votación al Novato del Año de la Nacional.

*Shohei Ohtani (Angelinos), L.A., 2018**

Visitas al plato: 367

Tuvo pocos turnos, pero hay que recordar que enfrentó a 211 bateadores, ponchó a 63 de ellos y dejó 3.31 de efectividad desde la lomita. Fue el primer jugador desde Babe Ruth en 1919 con 50 innings lanzados y 15 jonrones conectados en una misma temporada. Terminó el año con 22 cuadrangulares y un slugging de .564 en 326 turnos.

Wil Myers (Rays), L.A., 2013

Visitas al plato: 373

Después de ser cambiado de los Reales a los Rays, Myers tuvo que esperar hasta el 18 de junio para debutar y aun así se las arregló para liderar a los novatos del Joven Circuito con 53 empujadas en 88 encuentros. Fue el primer jugador que encabezaba a los novatos en dicha categoría mientras jugaba menos de 90 encuentros desde 1946. Eso lo ayudó a ser el primer Novato del Año de la Americana. que ganaba el premio sin haber disputado al menos 100 juegos.

*Bob Hamelin (Reales), L.A., 1994**

Visitas al plato: 375

Hamelin, cuya carrera fue muy corta, rompió el récord para la franquicia de Bo Jackson de más jonrones para un novato con 24 en tan sólo 312 turnos, a la vez que empujaba 65 rayitas. Venció al dominicano Manny Ramírez en la votación al Novato del Año de la Americana.

Al Bumbry (Orioles), L.A., 1973

Visitas al plato: 395

Earl Weaver, el famoso manager de los Orioles, calificó a Bumbry el jugador más rápido al que le tocó dirigir. En su primera temporada en 1973, el novato fue una sensación gracias a sus piernas, encabezando su liga con 11 triples y 23 bases robadas en apenas 110 partidos, además de batear .337. Ganó con facilidad el premio al Novato del Año en una temporada en la que los Orioles se quedaron a un juego de avanzar a la Serie Mundial.