Beltré continúa la fuerte ola latina e internacional en el Salón

12:04 AM UTC

COOPERSTOWN, Nueva York – En los últimos 10 años, seis de las nueve ceremonias de exaltación al Salón de la Fama – lo cual excluye el 2021, cuando no se eligió a nadie, pero sí fueron inauguradas las placas de los ganadores en el 2020, Derek Jeter, Larry Walker y Ted Simmons – han contado con un total de siete figuras latinoamericanas siendo ingresadas al recinto de los inmortales del béisbol.

Esa lista incluye la ceremonia de este mismo año, en que el dominicano Adrián Beltré fue exaltado el domingo en el Clark Sports Center del pueblo de Cooperstown, junto con Todd Helton, Joe Mauer y Jim Leyland. Y con el puertorriqueño Carlos Beltrán subiendo del 46.7% al 57.1% de los votos de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA, por sus siglas en inglés) del 2023 al 2024 para acercarse al 75% reglamentario, quedándole ocho oportunidades más en la boleta, hay muchas posibilidades de que el exjardinero se una a Iván Rodríguez (2017) como oriundos de la Isla del Encanto elegidos en la última década.

Si agregas a eso el hecho de que el dominicano Albert Pujols y el puertorriqueño Yadier Molina debutarán en la boleta en el 2027-28, más el venezolano Miguel Cabrera en el 2028-29 – ni hablar de Ichiro Suzuki en el 2024-25 – sabes que en la Main Street de Cooperstown, habrá mucho sabor internacional en los próximos años.

“Creo que hay tremendo crecimiento en el deporte por todo el mundo”, comentó el presidente del Salón de la Fama, Josh Rawitch. “Y mientras vemos más y más superestrellas latinoamericanas en el juego, tendrá sentido pensar que cuando terminen sus carreras, va a haber más de ellos llegando a Cooperstown.

“Y siempre cuando eso sucede, creemos que es algo grande para el juego”.

Claro, hay bastante historia latinoamericana en el Salón de la Fama, con 16 exaltados en total. Con la excepción de los cubanos Martín Dihigo, José Méndez y Cristóbal Torriente, elegidos por sus logros antes de la integración racial de Grandes Ligas, el primer latinoamericano ingresado a Cooperstown fue el puertorriqueño Roberto Clemente. Pero al igual que ese trío, el caso de Clemente fue un reconocimiento póstumo, en 1973, unos meses después de su trágica muerte el 31 de diciembre de 1972.

La primera ceremonia para un jugador latinoamericano exaltado en vida fue la del dominicano Juan Marichal en 1983, cuando el “Dominican Dandy” famosamente realizó una pequeña parte de su discurso en el idioma español, dirigiendo sus palabras directamente al pueblo de su país que veía por televisión. Al año siguiente, Luis Aparicio se convirtió en el primer venezolano en tener su placa en Cooperstown. Hasta ahora ha sido el único de su país, pero eso debe de cambiar en cinco años con Cabrera.

Después de aquel 1984, siguieron el panameño Rodney Carew en 1991, el puertorriqueño Orlando “Peruchín” Cepeda en 1999, el cubano Atanasio “Tany” Pérez en el 2000 y el boricua Roberto Alomar en el 2011. Y en el 2015 con el dominicano Pedro Martínez, empezó la racha antes mencionada con él, Rodríguez en el 2017, el quisqueyano Vladimir Guerrero padre en el 2018, el puertorriqueño Edgar Martínez y el panameño Mariano Rivera en el 2019, más el dominicano David Ortiz en el 2022.

“Es una oportunidad para que la gente de otros países venga a conocer Cooperstown, y al mismo tiempo, para que Cooperstown llegue a otros países”, dijo Rawitch, quien señala, entre otros factores, el éxito y el crecimiento del Clásico Mundial de Béisbol como impulsor de la popularidad mundial del deporte del bate y la bola. “Y todas esas cosas no suceden de la noche a la mañana. Son fruto de un increíble esfuerzo de MLB para tratar de expandir el juego a nivel global y aunque a veces se toma algo de tiempo, creo que estamos viendo los frutos de todo eso en Cooperstown”.

Y, como se ve claramente con el panorama de los candidatos al Salón en los próximos años, esos frutos continuarán llegando a la última parada anhelada por todo pelotero, el pequeño pueblo del estado de Nueva York: Cooperstown.

“Existe un buen número de jugadores internacionales con buenas posibilidades de ser elegidos”, manifestó Rawitch. “Creo que es algo grande para el juego y para Cooperstown”.