Adael Amador, anatomía de una “probadita” de MLB para crecer

2 de julio de 2024

El infielder dominicano Adael Amador describió su muestra de 10 partidos con los Rockies con una simple observación.

“La mayor diferencia es que los lanzadores ejecutan sus pitcheos -- no cometen grandes errores”, declaró Amador. “Los pocos errores que cometen no se ven con frecuencia. Entonces, se trata de aprovecharlos”.

Esto puede explicarse más. Los lanzadores no son perfectos, así que hay que darles a los pitcheos que no lo son.

Los Rockies sabían que Amador (el principal prospecto de la organización, Nro. 30 en la lista de los Mejores 100) no estaba listo para los Mayores cuando lo subieron desde Doble-A Hartford el 9 de junio, tras la ausencia del intermedista Brendan Rodgers debido a una dolencia en la corva izquierda. Amador bateó de 35-6 (.171) con un doble, también luciendo más cómodo en sus turnos antes de que sufriera un tirón en el oblicuo izquierdo (una lesión que también sufrió a comienzos de la temporada) durante el encuentro del 20 de junio contra los Dodgers.

El domingo, los Rockies enviaron a Amador a Hartford para una asignación de rehabilitación de Ligas Menores. Si no hay espacio en el equipo grande, el quisqueyano permanecerá en Hartford para que continúe su camino hacia las Grandes Ligas. Ahora que sabe cómo luce y qué se siente el destino final, es posible que acelere su proceso.

“Puedes notar lo que varios en el departamento de desarrollo de jugadores han visto”, indicó el dirigente de Colorado, Bud Black. “Te das cuenta de que hay un bateador ahí, incluso cuando las estadísticas en las Mayores no lo han demostrado. Tampoco se notó durante el inicio de la Liga del Este en cuanto al promedio se refiere. Pero fue suficiente desde el punto de vista de lo que puede proyectar. Los boletos llegarán, pero también es un joven ansioso”.

Amador subió después de un candente trecho en Hartford, pero en la campaña, llevaba promedio de .194 en 46 compromisos con el club. Sin embargo, los números de liga menor con frecuencia no son un factor determinante en esta clase de ascenso.

The plan set by Hartford manager Bobby Meacham was for Amador to collect knowledge, even if he didn’t collect hits. The purpose of successes and struggles was to strengthen Amador’s thought process through a sample of Major League execution demands. Results good and bad were followed by on-the-spot reviews.

El plan fijado por el manager de Hartford, Bobby Meacham, fue que Amador acumulara sabiduría, incluso si no daba imparables. El objetivo de los éxitos y obstáculos era para que Amador reforzara su proceso mental durante una muestra de requisitos de ejecución de Grandes Ligas. Los resultados buenos y malos fueron evaluados inmediatamente.

“Platicamos sobre eso antes de que subiera -- Billy [Schmidt, el gerente general], Bobby y yo -- que lo estábamos siguiendo de cerca, y que todo lo que Bobby estaba diciendo era verdad. Hasta que lo vivan, no lo van a saber”.

Aquí algunas de las tareas que le han asignado:

Con calma

Tras negociar más bases por bolas (186) que las veces que se ha ponchado (172) en tres temporadas y media en Ligas Menores, Amador abanicó seis veces contra un pasaporte negociado en las Mayores.

Tenemos dos turnos: Un ponche en San Luis en su primer juego y un doblete en casa contra los Dodgers.

Más allá de dónde se localizó el pitcheo y el resultado, ¿puedes ver la diferencia? No estamos hablando de obsesionarse como un coach de swing ni con la trayectoria del bate. Simplemente los movimientos.

Una pista del instructor de bateo Hensley Meulens: Probablemente no. Pero después de trabajar con Amador durante todos los Entrenamientos de Primavera y observar videos de sus turnos con Hartford, Meulens -- junto a sus asesores P.J. Pilletere y Andy González -- reconocieron movimientos apresurados e innecesarios antes de los lanzamientos. La manera en que los coaches le enseñaron fue la siguiente: Sin importar cuánto Amador se moviera, el pitcheo es más rápido que sus movimientos – entonces, debe asegurarse de que el bate esté en su lugar donde pueda darle a la bola fuerte.

Así fue como pegó el doble.

“Trabajamos en eso antes del juego y le funcionó”, señaló Meulens. “Para mí, Andy y P.J., eso fue gratificante, ver a los muchachos hacer los ajustes y producir”.

Tienen una aplicación para eso

Toda la organización emplea la tecnología y Amador dijo que siempre la aprovecha, especialmente observando videos de los lanzadores oponentes y escribiendo notas en su teléfono.

Amador empleó algunas innovaciones de los bateadores de los Rockies -- una para revisar las decisiones de swing en cada pitcheo, otra que les ofrece una evaluación multidimensional de cada turno. Esas aplicaciones no están al alcance de los jugadores de liga menor, pero los resultados sí lo están y le brindan a Amador una base para estudiar.

Platicar para ponerlo en práctica

En la cueva antes de entrar a la caja de bateo, Amador dijo que se tomaba su tiempo para acumular información de casi todos. Solicitó algunos consejos del bateador anterior en camino al plato y en el dugout platicaba con Meulens y el coach de la tercera base/instructor del infield, Warren Schaeffer.

Dejar que el sentimiento fluya

Hay un ejemplo en el club. Rodgers no alcanzó algunas bolas al principio y luego se convirtió en un ganador del Guante de Oro en el 2022. Entonces, las bolas que se le pasaban a Amador daban información, en vez de un veredicto.

Cada jugador en su bolsillo tiene una tarjeta para posicionarse, pero un cuadro interior con un Guante de Oro y dos finalistas (el antesalista Ryan McMahon y el torpedero venezolano Ezequiel Tovar) no se desarrollaron actuando como estatuas sembradas donde les indicaba la analítica. Existe algo de libertad para moverse basada en la cuenta, los swings del bateador y el desempeño del serpentinero.

“Quiero que se sientan como uno y con su talento”, indicó Schaeffer. “Si sienten algo, ven algo y quieren moverse, tienen la completa libertad para hacerlo. [Tovar, McMahon y Rodgers] siempre lo hacen.

“Durante la última estadía, Amador sintió algo y quería moverse, así que observó hacia el dugout y le dije que lo hiciera. Eso es parte del proceso de aprendizaje”.