Acuña en busca de un club más exclusivo que el 40-40
Son muy pocos los jugadores con la habilidad para poner números de élite en los departamentos de poder al bate y bases robadas. Esas herramientas -- fuerza y velocidad -- no suelen ir de la mano.
En la historia moderna de las Grandes Ligas (desde 1901), apenas 40 beisbolistas han conseguido el 30-30: Treinta cuadrangulares y 30 bases robadas en la misma temporada. En total, sólo hay 62 casos (13 jugadores lo hicieron más de una vez). El club 40-40 tiene apenas cinco miembros: El cubano José Canseco (1988), Barry Bonds (1996), Alex Rodríguez (1998) y el dominicano Alfonso Soriano (2006).
El venezolano Ronald Acuña Jr. ya estuvo a las puertas del 40-40 en el 2019 (41 HR, 37 BR) y, por lo mostrado hasta ahora en el 2023, no tendría nada de raro que se acerque o sobrepase ese umbral cuando termine la presente campaña. Finalizada la jornada del martes, el jardinero derecho de los Bravos sumaba 10 vuelacercas y 17 estafadas. De mantener ese ritmo, finalizaría el año con 39 cuadrangulares y 66 bases robadas.
Como ya señaló Anthony Castrovince en esta nota sobre las proyecciones individuales más llamativas tras el primer cuarto de la temporada, Acuña podría ser el primer jugador en la HISTORIA de las Ligas Americana/Nacional en batear 30 o más bambinazos y robarse 60 o más almohadillas en un año.
Pero Acuña va tras dos cofradías todavía más exclusivas.
Al margen de sus cuadrangulares y sus robos, Acuña amaneció el miércoles con una línea ofensiva de .348/.438/.604 y 12 dobles. Lideraba la L.N. con 38 carreras anotadas, 57 hits, un OPS de 1.041 y 99 bases alcanzadas. Enfoquémonos un momento en esa última categoría.
Las bases alcanzas son una sencilla y justa forma de valorar en su justa dimensión los batazos de un jugador. Se obtiene multiplicando los sencillos por uno (se llega a una sola base), los dobles por dos, los triples por tres y los jonrones por cuatro, y finalmente se suma todo. Lógicamente, mientras más extrabases se conecten, más bases se alcanzarán.
Acuña, por ejemplo, marcha segundo en la L.N. en promedio, sólo por detrás del también venezolano Luis Arráez. Pero aunque Arráez tiene un promedio de bateo de .386 y 54 hits – apenas tres imparables menos que Acuña – el primer bate de los Bravos lo aventaja cómodamente en bases alcanzadas, 99 a 67. La diferencia reside en el poder del toletero derecho de Atlanta.
Recordemos ahora nuevamente que Acuña también es un efectivo ladrón de bases. Sus 17 robos son la mayor cantidad en el Viejo Circuito y la segunda mejor cifra en las Mayores, muy cerca de las 20 del dominicano Esteury Ruiz de los Atléticos. Claro, mientras el novato Ruiz ha pegado un solo vuelacercas, Acuña ha dado 10. De hecho, entre los 20 jugadores que han bateado 10 o más cuadrangulares en lo que va del 2023, Acuña es el único que se ha robado más de tres bases.
Sí, a partir de esta temporada las bases están más cerca y los lanzadores tienen limitada la cantidad de veces que pueden tirar a las bases, o separarse de la goma de lanzar. Pero no todo el mundo está robando sacos como Acuña. Y, muchísimo menos, corriendo y dando tantos batazos de largo alcance.
Aunque quedan casi tres cuartos de campaña por jugar, lo que obliga a andarse con cautela al momento de hablar de proyecciones, no tiene nada de malo usar ese ritmo que lleva Acuña para poner en contexto la magnitud de lo que está haciendo. Si finaliza el año como líder en bases robadas y bases alcanzadas, el Nro. 13 de Atlanta se uniría a un grupo todavía más exclusivo que el del 40-40:
Jugadores que lideraron su liga en bases robadas y bases alcanzadas en la Era de la Bola Viva (1920-presente), según el Elias Sports Bureau
Trea Turner (L.N., 2021): 32 BR, 319 BA
Snuffy Stirnweiss (L.A., 1944): 33 BR, 301 BA
Chuck Klein (L.A., 1932): 20 BR, 420 BA
Podríamos también reducir esa tabla de la siguiente forma: Desde que se rompió la barrera racial en 1947 con la llegada de Jackie Robinson, el único que ha terminado una campaña en el primer puesto en robos y bases alcanzadas es Trea Turner. Un sólo jugador en los últimos 76 años.
El OPS, o la suma del porcentaje de embasarse y el slugging, es otra popular estadística para medir la producción de un bateador. Una simple mirada a quiénes han sido los líderes en OPS año por año sirve para entender que estamos hablando de toleteros élite. Sí, Acuña también marcha primero allí.
Jugadores que lideraron su liga en bases robadas y OPS en la Era de la Bola Viva (1920-presente), según el Elias Sports Bureau
Rickey Henderson (L.A., 1990): 65 BR, OPS de 1.016
Willie Mays (L.N., 1958): 31 BR, OPS de 1.002
Willie Mays (L.N., 1957): 38 BR, OPS de 1.034
Snuffy Stirnweiss (L.A., 1945): 33 BR, OPS de .862
Chuck Klein (L.N., 1932): 20 BR, OPS de 1.050
Menos nombres que en el club 40-40. Y apenas dos jugadores – ambos exaltados en Cooperstown – en más de tres cuartos de siglo: Mays, quien es probablemente el mejor beisbolista de la historia, y el Rey de los Robos, Henderson.
¿Se les unirá Acuña al terminar el 2023?