¿A dónde llevará Bregman su legado ganador? ¿Yankees? ¿Otro?
Alex Bregman nunca iba a ser el agente libre más llamativo en el mercado este año, no en el año de Juan Soto y ni siquiera cerca. Pero Bregman nunca ha sido el jugador más espectacular en el terreno para los Astros, a pesar de ser uno de los mejores y más grandes ganadores de su tiempo, en un equipo que se ha convertido en una dinastía aun más notable que la de los Dodgers -- lo cual no es poca cosa.
Incluso con el dominicano Soto fuera del mercado, Bregman sigue sin ser el nombre más llamativo disponible. Pero eso no cambia el hecho de que su historial es impresionante, y que él, junto con el venezolano José Altuve, ha sido una de las dos verdaderas constantes en el equipo de los Astros que ganó dos Series Mundiales y llegó a siete Series de Campeonato de la Liga Americana consecutivas, hasta que esa racha terminó en octubre pasado contra los Tigres en la Serie del Comodín de la Liga Americana. Con todos los cambios y controversias que han vivido los Siderales, Bregman ha estado en la tercera base para todas esas victorias, y Altuve en la intermedia.
Lo he dicho antes sobre él: “Ganador” es la posición real de Bregman. Todavía tiene sólo 30 años, y la idea de que es una inversión arriesgada por su edad es absurda.
En realidad, no hay ningún contendiente que no debería estar interesado en Bregman. Los Medias Rojas deberían estarlo, y mucho, incluso si eso implicara mover a Bregman a la segunda base por el quisqueyano Rafael Devers. También deberían estar interesados los Marineros, Tigres y Azulejos. Y adivinen qué: Los Yankees, que buscan jugar un béisbol más sólido y ajustado que el que mostraron en la Serie Mundial, también deberían estar interesados, a pesar de toda la mala sangre que ha existido entre los Yankees y los Astros debido al robo de señas.
Los Medias Rojas conocen muy bien a Bregman, porque se enfrentaron a él dos veces en una Serie de Campeonato de Liga: una en el 2018 y otra en el 2021. Bregman siempre se preguntará cómo habría resultado la Serie de Campeonato de 2018 si Andrew Benintendi no hubiera hecho una sensacional atrapada lanzándose con las bases llenas en la parte baja de la novena entrada del Juego 4, en una noche en la que los Astros tenían la oportunidad de empatar esa serie.
Los Yankees definitivamente conocen a Bregman, porque se enfrentaron a los Astros de Bregman en tres Series de Campeonato de Liga y perdieron en todas ellas. Y el piloto de los Tigres, A.J. Hinch, no puede tener dudas sobre cuánto puede significar Bregman para un buen equipo que busca ser excelente, porque Hinch dirigió a Bregman en Houston.
¿Volverá Bregman a dar 41 jonrones y remolcar 112 carreras como lo hizo en el 2019, cuando quedó segundo en la votación a JMV? Probablemente no. Pero desde entonces, se ha mantenido notablemente consistente y confiable. Conectó 23 cuadrangulares y produjo 93 carreras en el 2022, pegó 25 estacazos y remolcó 98 carreras hace dos años y este año disparó 26 vuelacercas e impulsó 75 rayitas, a pesar de perderse 17 encuentros. Y si crees que sólo es un producto de las “Crawford Boxes” (la sección de asientos ubicada en el jardín izquierdo del Minute Maid Park), piénsalo de nuevo.
El puertorriqueño Carlos Correa dejó a los Astros. Kyle Tucker acaba de ser canjeado. Justin Verlander se fue y volvió. El cubano Yordan Álvarez no debutó en las Grandes Ligas hasta la temporada del 2019. Pero el corazón y el alma, y las agallas, de los Astros han sido esos dos jugadores del cuadro interior: Altuve y Bregman. Hay una parte de mí que no creerá que no estarán juntos en el Día Inaugural de 2025 hasta que se confirme que Bregman haya firmado con otro equipo; que él y Altuve no estarán intentando jugar en su quinta Serie Mundial juntos y ganar su tercera.
Estuve con Bregman la primavera pasada en el clubhouse de los Astros en el CACTI Park of the Palm Beaches en West Palm Beach, Florida, y él estaba hablando de la temporada que se avecinaba, sin tener idea de cuán repentina y sorprendentemente terminaría en la primera ronda de los playoffs contra los Tigres de Hinch.
“Nada cambia aquí, este año ni cualquier año”, me dijo Bregman ese día. “Siempre queremos lo mismo: Volver a octubre y luego regresar a la Serie Mundial. Para eso jugamos al béisbol. Para eso yo juego al béisbol. Y no hay razón para que cambie ahora”.
No hay razón para que cambie, ni se espera que lo haga, sin importar dónde juegue Bregman la próxima campaña. Esto es algo más que me dijo en marzo pasado, algo que dice todo lo que necesitas saber sobre él:
“Lo que sé es lo cerca que hemos estado de jugar siete Series Mundiales consecutivas mientras he estado aquí. Cuántas veces estuvimos a un solo juego de distancia. Es algo que impulsa a todos en este equipo y nos hace querer hacerlo otra vez. Todos hemos sido parte de la máquina”.
Nadie ha sido una parte más importante de esa máquina que él. Altuve firmó una extensión de contrato que casi con seguridad lo mantendrá en Houston por el resto de su carrera. Ahora Bregman se ha ganado el derecho de decidir dónde quiere jugar, ya sea en Houston o en otro lugar. Todavía hay otros agentes libres disponibles, por supuesto. Algunos de ellos podrían marcar diferencias.
Ninguno más que Alex Bregman.