Las claves de la propuesta de los Mets para convencer a Soto en la agencia libre

20 de noviembre de 2024

NUEVA YORK – Aparentemente, el dominicano se reunió con los Mets el fin de semana pasado, como parte de una serie de encuentros con diversos directivos de los Yankees, Medias Rojas y Azulejos. Si la historia reciente de los clientes de Scott Boras sirve de indicador, entonces Soto estaría a unas dos semanas para tomar una decisión. De cualquier manera, está claro que los Mets continuarán bien involucrados en la puja hasta el final.

Y aunque no sabemos con exactitud los detalles de la posible oferta contractual, hay ciertos elementos que parecen obvios:

1. Dinero

Al final, gran parte se centra en el dinero, ¿no? Steve Cohen es el dueño más rico en las Grandes Ligas, y ciertamente luce motivado a construir un equipo ganador a toda costa. Los Mets de Cohen han encabezado la liga con la nómina más alta en las últimas dos campañas, incluyendo una temporada récord en el 2023.

Ni él ni el presidente de operaciones de béisbol David Stearns han indicado que el club tomará un paso hacia atrás ahora. Tampoco han dejado claro que quieran dejar de superar el Impuesto al Balance Competitivo.

Todo esto sugiere que los Mets serán protagonistas en la puja por Soto.

El dominicano no será una inversión barata. Soto buscará acercarse o incluso superar el contrato de US$700 millones de Ohtani, que tiene un valor actual de unos US$46 millones anuales, después de incluir los montos diferidos. Si también busca igualar la longitud del pacto de 13 años de Harper, Soto podría estar recibiendo ofertas superiores a los US$600 millones. Es un monto que posiblemente deje a los Mets por encima del Impuesto al Balance Competitivo por un tiempo considerable.

Claro, esto parece no importarles. Los Mets son uno de los pocos conjuntos en el béisbol que parecen no tener límites para sus inversiones tanto para ahora como para el futuro cercano. Eso indica un nivel de competitividad que podría ser atractivo para Soto.

2. Nueva York

De muchas maneras, Soto parece estar encantado con Nueva York. A comienzos de su paso por los Yankees, Soto fue visto en una barbería ubicada en Washington Heights (que tiene una camiseta de David Wright enmarcada) junto a uno de sus compañeros a las 3 a.m. Ese vecindario es conocido por la gran presencia de cultura dominicana. Cuando se le preguntó en MLB Network sobre jugar en Nueva York, Soto respondió: “La verdad es que hay muchos dominicanos aquí. Mucha gente que te hace sentir como en casa. Por eso me he acostumbrado tan rápido”.

“La manera en la que la gente te trata aquí”, continuó. “Sólo por ser un jugador latinoamericano, te tratan como si fueras familia. De esto se trata todo”.

Soto se adaptó sin problemas a Nueva York, una ciudad con historias de jugadores que se han visto abrumados por el mercado más grande del país a nivel mediático. Soto no es uno de ellos. Su primera campaña en Nueva York fue estadísticamente la mejor de su carrera.

Y jugadores que brillan en la Gran Manzana, usualmente optan por seguir aquí.

3. Legado

Los Mets no han ganado una Serie Mundial en 38 años. Una gran parte de los aficionados actuales del club no han visto a su equipo ganar un anillo nunca. Si Soto se integra a esta franquicia y acaba con esa sequía, se convertiría de inmediato en una leyenda en Queens, de la talla de Tom Seaver, Keith Hernández y Gary Carter.

¿Podrían los Yankees, con Aaron Judge como la cara del club, ofrecerle un escenario similar al quisqueyano? ¿O quizás los Medias Rojas, que han ganado cuatro títulos en los últimos 21 años? ¿O incluso los Azulejos, quienes son vistos por muchos como el segundo equipo en la ciudad, por detrás del conjunto de hockey de la NHL, los Maple Leafs?

Cierto, los Mets cuentan con sus líderes también, como el puertorriqueño Francisco Lindor y Brandon Nimmo (sin mencionar a Pete Alonso, en caso de que renueve). Pero si Soto llega a la agencia libre y lleva a los Mets a la gloria, nadie dudará de su impacto. La comparación más cercana sería la de Hernández y Carter; dos estrellas consagradas en otros mercados que se convirtieron en leyendas en Queens.