¿Qué se puede esperar de Eury Pérez en las Grandes Ligas?
Los Marlins han tenido cuatro lanzadores prospectos de élite en sus tres décadas de historia.
El cubano Liván Hernández se convirtió en el primer novato en ser Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato y de la Serie Mundial en la misma postemporada, ayudando a la franquicia a capturar su primer campeonato en 1997. Josh Beckett fue el héroe de la la SCLN y JMV de la Serie Mundial cuando los Marlins ganaron su segundo anillo en el 2003. El fallecido José Fernández fue Novato del Año de la Liga Nacional y dos veces convocado al Juego de Estrellas en cuatro temporadas, antes de su muerte en el 2016.
El cuarto es el derecho dominicano Eury Pérez, quien debutará en las Grandes Ligas el viernes. Ubicado en el puesto 10 en la lista de los Mejores 100 Prospectos de MLB Pipeline, se convertirá en el lanzador más joven de la historia de los Marlins con 20 años y 27 días de nacido, superando a Fernández por 223 días. Será el jugador más joven en aparecer en las Mayores desde que su compatriota Elvis Luciano irrumpió con los Diamondbacks a los 19 años y 44 días en el 2019, y el abridor más joven en la Gran Carpa desde el mexicano Julio Urías (19 años, 289 días) con los Dodgers en el 2016.
Independientemente de su edad, Pérez tiene un talento que emociona y que ha florecido más rápido de lo que se esperaba, sobre todo teniendo en cuenta que su debut profesional se retrasó un año por la pandemia del COVID-19.
Lo primero que salta a la vista de Pérez es su altura: 1,88 metros. No sólo es más alto que la mayoría de los serpentineros, sino que también tiene un control corporal élite para alguien tan grande y tan joven. No tiene dificultades para mantener sus largas extremidades en sincronía y repetir su movimiento sobre la lomita, lo que le permite tirar muchos strikes.
El arsenal de Pérez también causa una impresión inmediata. Su bola rápida oscila normalmente entre 94 y 97 millas por hora y alcanza las 100 mph, y la forma en la que se le mueve la recta es tan notable como su velocidad. Su cambio es tan devastador como su bola rápida, viajando cerca de las 90 mph antes de desvanecerse al llegar al home.
Al principio de su carrera, Pérez utilizaba una curva de más de 75 mph como su principal lanzamiento rompiente. Sigue siendo un envío sólido, pero ahora rara vez lo usa, prefiriendo un slider que añadió en el 2022 y viaja cerca de las 85 mph.
Además de su habilidad física, Pérez se destaca con su madurez y su presencia en el montículo, otros dos factores que le han permitido tener un éxito precoz desde que firmó por US$200,000 en el 2019. Pérez medía 6 pies y 4 pulgadas con un peso de 175 libras cuando se convirtió en profesional a los 16 años. Había agregado cuatro pulgadas y 20 libras cuando se reportó a una liga instruccional en el otoño del 2020, luego de que la pandemia obligara la cancelación de la campaña de liga menor.
Aunque aún no había lanzado en un juego oficial como profesional y era el serpentinero más joven en el campamento, Pérez fue el más impresionante allí, alcanzando las 95 mph y demostrando la base de lo que se han convertido en pitcheos secundarios de calidad. Su material y sus envíos pulidos convencieron a los Marlins de enviarlo a Clase-A en el 2021 para su debut profesional a sus 19 años. El quisqueyano respondió con efectividad de 1.96 y limitando a los bateadores contrarios a un promedio de .158, a la vez que terminó con una proporción de ponches a bases por bola de 108/26 en 78 entradas y finalizó el año en Clase-A Alta.
Miami puso a prueba a Pérez nuevamente el año pasado, al enviarlo a Doble-A aunque no cumplió 19 años hasta poco después del Día Inaugural. Allí siguió dominando, con promedio de carreras limpias de 3.97, un promedio en contra de .221 y una proporción de ponches a boletos de 11/25 en 77.0 entradas. También brilló en el Juego de las Futuras Estrellas en Los Ángeles, alcanzando las 99 mph, a la vez que necesitó de apenas 10 pitcheos para retirar a tres prospectos del Top 100 en orden.
Pérez sufrió un tirón en un músculo dorsal poco después, por lo que los Marlins suspendieron sus actividades por un mes como precaución. Pero el joven regresó a tiempo para ayudar a Pensacola a coronarse en la Liga del Sur de Doble-A. Pérez comenzó la temporada del 2023 en Doble-A y cedió cinco carreras limpias en sus primeras dos aperturas, pero ha tolerado solamente tres en sus últimas cuatro salidas. Se encuentra entre los líderes de la Liga del Sur en varias categorías, incluyendo ponches (42, cuarto), promedio en contra (.148, cuarto), porcentaje de ponches menos transferencias (28.2, cuarto), promedio de carreras limpias (2.32, sexto) e índice de ponches (12.2 por cada nueve innings, sexto).
Pérez aún tiene espacio para mejorar en algunos de los detalles de su oficio, como defender su posición y mantener cerca a los corredores, pero tiene el material y el aplomo para lanzar en Grandes Ligas a sus 20 años. Miami necesita ayuda en una rotación que ha carecido de consistencia detrás del dominicano Sandy Alcántara y del peruano-venezolano Jesús Luzardo, y que está sin los servicios del quisqueyano Johnny Cueto y Trevor Rogers por lesiones.
Los Marlins seguirán llevando a Pérez con cautela por lo joven que es, y porque nunca ha lanzado más de 78.0 entradas una temporada. Dado su historial, no hay motivo para pensar que no vaya a tener éxito en las Mayores, aunque sea por tramos cortos por ahora. Una vez que se establezca, se espera que sea el próximo prospecto de pitcheo élite de los Marlins que convierta su potencial en estrellato.