Despertar de Ramírez en el Juego 2 revive esperanzas en Cleveland
CLEVELAND -- José Ramírez finamente hizo daño en Nueva York.
Después de varios turnos frustrantes en el Yankee Stadium, el estelar tercera base de Cleveland disparó un jonrón en el noveno inning del segundo juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
El batazo al jardín derecho -- un paraíso para los bateadores por su corta distancia -- llegó muy tarde, pero fue una señal positiva para los Guardianes.
Lo malo es que Aaron Judge también le dio un buen aliciente a los Yankees.
Abajo 2-0 en la serie, luego de dos desprolijos partidos en Nueva York, los Guardianes regresaron a casa el miércoles, sintiéndose optimistas de repuntar ante los Yankees en los siguientes tres juegos en el Progressive Field, asumiendo que puedan ganar uno de los próximos dos.
Los Guardianes fueron uno de los mejores equipos en casa (50-30) esta temporada y los ruidosos fanáticos de Cleveland -- aunque no tan intensos como sus contrapartes en Nueva York -- ya demostraron su fervor para octubre durante la serie divisional contra Detroit.
“Desde luego que nos hubiera encantado llevarnos uno en Nueva York”, dijo el mánager de los Guardianes Stephen Vogt previo a un entrenamiento la tarde del miércoles. “Pero aún nos sentimos optimistas con nuestras posibilidades”.
Deberían.
Los Guardianes generaron numerosas oportunidades para anotar en los primeros innings del segundo partido ante el as de los Yankees Gerrit Cole, pero las desperdiciaron y el primer jonrón de Judge esta postemporada -- en el séptimo inning --acabó de noquearles en la derrota 6-3.
Cleveland se fue 7-0 con corredores en posición de anotar y dejaron varados a 11 corredores.
Sin embargo, Vogt quedó complacido con el plan de ataque, aunque no con los resultados.
“Nos faltó ese gran hit”, dijo Vogt, quien mandará al zurdo Matthew Boyd al montículo contra Clarke Schmidt de Nueva York en el tercer juego. "Los tuvimos bajo presión toda la noche. Dio la impresión que en cada inning teníamos uno o dos corredores en circulación.
“Nuestros bateadores han respondido fenomenalmente en esas situaciones durante la mayor parte del año. El que esto ocurrió en un juego trascendental no nos va a hacer decaer", añadió.
Tampoco debe desanimar a Ramírez, el hombre clave en la alineación de Cleveland y en diversas manera el alma del equipo.
Uno de los mejores jugadores de las mayores -- el mánager de los Yankees Aaron Boone comentó que le parece absurdo que se le considere como alguien que no es valorado como se debe -- Ramírez no ha sido el mismo este octubre. El dominicano batea para .167 (4 hits en 24 turnos) en la postemporada y de 7-1 con hombres en posición de anotar.
Por eso fue enorme verle recorrer las bases sin que su casco saliera despedido.
Cuando está encendido, Ramírez, quien quedó a un jonrón de entrar al club 40-40 en la temporada regular, puede cargar por su cuenta a Cleveland. Su swing ha estado algo perdido en los últimos siete juegos, pero conectó fuerte a dos buenos batazos en el primer juego que Judge supo atrapar en el jardín central.
“José tiene que ser él mismo”, dijo Vogt. “Tuvo muy buenos turnos anoche. Tuvo una oportunidad. Todos tenemos la expectativa de que conectará un gran hit cada vez que va a batear, pero eso es lo que él ha hecho”.
“Si hay alguien del que me siento confiado de que estará afilado mañana, ese es José”, añadió.
Los Yankees sienten lo mismo sobre Judge, favorito para llevarse el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana y el bate derecho más temido del béisbol.
Judge, quien disparó 58 jonrones esta temporada, se había ido de 17-2 con seis boletos y dos sacrificios en los playoffs antes de conectar una recta alta de Hunter Gaddis, dejándola cerca del Monument Park al viajar 414 pies.
Judge sonrió aliviado tras su jonrón. Bromeó después que los “fantasmas” del estadio le ayudaron en su 14to jonrón en su 50mo juego de postemporada.
A Vogt le preguntaron cuántos jugadores en las mayores serían capaces de dar un batazo tan lejos.
“Probablemente uno”, dijo.