Brent Honeywell Jr. había llegado al último escalón del dugout de tercera base cuando se dio cuenta: los Dodgers tenían un inesperado visitante reptil.

Después de concluir la parte alta del quinto inning del Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Mets en el Dodger Stadium, el lanzador de L.A. señaló hacia el escalón inferior, donde una serpiente se deslizaba. No, no era que los D-backs estuvieran en la ciudad para una serie entre rivales del Oeste de la L.N, ni una broma con una serpiente de mentira atada a una cuerda: era un reptil real y vivo, aunque no lo suficientemente grande como para ser una amenaza seria.

“Hemos tenido ‘Culebras en el avión’, ‘Culebras en el tren’ y el último éxito de Hollywood: ‘Culebras en el dugout’”, bromeó el narrador de FOX, Joe Davis.

Lo que quizás sea aún más improbable que un visitante serpentino en el dugout local es el hecho de que esta no es la primera vez que Brent Honeywell ha tenido un encuentro con un reptil en un campo de béisbol. En 2015, cuando era un prospecto en el sistema de los Rays, el entonces lanzador derecho entró al dugout antes de un juego y pensó que le estaban haciendo una broma, porque había un caimán de 10 pies.

“Salí allá, y estaba en la esquina; nadie podía sacarlo de ahí”, dijo Honeywell en su momento. “Pero de vez en cuando necesitamos ver cosas locas como esta”.

Envuelta en una toalla y retirada por un miembro del equipo de mantenimiento de los Dodgers, quizás la serpiente podría ser la última criatura en convertirse en héroe de postemporada, como el “ganso de la remontada” de los Padres (contra estos mismos Dodgers) en el 2022 o la “ardilla de la remontada” de los Cardenales contra los Filis en 2011.