Tranquilo, Brett, Tranquilo, Que El Casco No Tuvo La Culpa
Todo jugador tiene su formar de cómo expresarse en el momento que las cosas no le salgan bien.
Muchas de las veces reaccionan quintándose el sombrero – o el casco – ante grandes jugadas defensivas logradas por la oposición.
Con el marcador en su contra en Cleveland, Brett Gardner conectó un batazo que sentenciaba “extra bases” hasta que el jardinero derecho de los Indios, Jordan Luplow, saltó, atrapó la pelota y se estrelló contra la pared para el primer out de inning.
El ultra competidor en Gardner aún estaba molesto tras retornar al dugout visitante de los Yankees y lanzó su casco hacia la pared.
Acto seguido, el casco rebotó contra la pared y le dio en la boca.
¿El resultado?
Un labio partido y seis puntos.
Debió haber encontrado otra manera para soltar toda esa rabia. Paul O’Neill, quien ahora funciona como analista de la cadena televisiva, podría darle un par de tips.
No le saldría caro, ¿no?