Coincidencias sanguíneas deportivas
Mucho se ha hablado siempre sobre los hermanos que han logrado cumplir el sueño de jugar deportes profesionales: Serena y Venus Williams, íconos del tenis mundial; los gemelos Bob y Mike Bryan, referentes indiscutibles en la modalidad de dobles en el propio deporte; Peyton y Eli Manning, dos de los mariscales de campo más exitosos en la historia de la NFL; los hermanos Gasol del baloncesto español y mundial; Mateo, Jesús y Felipe Alou, así como José, Bengie y Yadier Molina, dominicanos los primeros, boricuas los segundos, dos tríos de que han dejado su marca en la historia de las Mayores… Y muchos más.
Pero ¿qué sucede cuando los hermanos deciden dedicarse a diferentes deportes? Ahí los casos son mucho menos frecuentes. Seamos un poco más específicos y busquemos a aquellos que han coincidido en el tiempo durante sus andanzas profesionales. Entonces, nos encontramos con un dato muy singular: Tomando en cuenta solo los deportes profesionales que se practican en los Estados Unidos, en la era moderna apenas existe un trío de parejas que lo ha conseguido. Y (¡oh, misterio divino!) el béisbol de las Mayores hace el grado en cada uno de los casos. Curioso, ¿verdad?
¿Por qué? Pues sencillamente porque la tendencia indica que los hermanos menores casi siempre les siguen los pasos, deportivamente hablando, a sus referentes sanguíneos directos de mayor edad. Y como podrán ver en el resumen que les preparamos, dos hermanos coincidieron en el tiempo en dos deportes profesionales diferentes apenas a inicios de la década de los 90 del siglo pasado. Y la presente década cuenta con los otros dos casos. ¿Se estará modificando la tendencia? En un mundo globalizado donde el deporte ha llegado hasta los rincones más recónditos del planeta, es muy probable que mientras se escriben estas líneas hayan coincidido más de una pareja de hermanos en deportes profesionales diferentes.
Déjennos saber, estaremos pendientes en Corte4 para reseñarlo. Con suerte, durante algunas décadas más.