ANAHEIM -- “Le hemos cargado mucho la mano”, ha dicho en más de una ocasión el piloto de los Cerveceros, Pat Murphy, esta temporada. En varias de sus salidas más recientes, pareció como si la responsabilidad de encabezar la improvisada rotación de Milwaukee le estuviera cobrando factura a Freddy Peralta.

Pero tras un brillante desempeño del dominicano en la victoria del miércoles de Milwaukee por 2-0 sobre los Angelinos en el Angel Stadium, Peralta reconoció a su familia por ayudarlo a relajarse y lanzar por diversión. El consejo vino de su hermano Luis Peralta, de 23 años, quien está teniendo una gran campaña como lanzador por Clase-A Alta de los Piratas.

“Sé que es verdad. A veces me pongo demasiada presión”, confesó Peralta. “Estoy trabajando en eso. Estoy tratando de ser mejor”.

Lanzando con la ventaja mínima de 1-0 durante la mayor parte de su salida, Peralta repartió ocho ponches en 6.0 entradas con pelota de tres hits y superó en el duelo de pitcheo a Tyler Anderson.

Peralta (5-4) se recuperó de la salida adversa de la semana pasada ante Cincinnati con un gran desempeño y una recta que alcanzó las 97.7 millas por hora ante los Angelinos. Aunque dio un par de boletos y no lució particularmente efectivo, Peralta supo resolver los problemas.

“El muchacho espera lanzar seis entradas en blanco cada vez que sube a la loma, y eso es difícil”, manifestó Murphy. “Esto es Major League Baseball. Ha jugado a este nivel por un buen tiempo y los muchachos lo conocen, los muchachos lo respaldan. Estoy bien orgulloso de la manera en que Freddy luchó esta noche”.

Fue un paso hacia la dirección correcta para Peralta, quien fue castigado con nueve carreras limpias y 14 hits en 8.2 innings en sus dos salidas anteriores. El 8 de junio, en Detroit, el quisqueyano apenas duró 3.1 episodios y lanzó con una velocidad reducida mientras trataba de encontrar la zona. Seis días después, contra los Rojos en Milwaukee, la velocidad de Peralta volvió a registrar 98 mph, pero el diestro cedió una marca en su carrera de 10 imparables y seis carreras limpias.

El derecho llegó a su apertura del miércoles con una nueva mentalidad.

“Todo lució más claro para mí hoy”, reconoció Peralta. “Trabajé en eso en los últimos cuatro o cinco días. A veces, este juego es mayormente mental. Traté de relajarme un poco y dejar que el juego me fuera llevando y hacer lo que necesitaba hacer”.