¿Qué podemos esperar de Cristian Pache?
Durante los dos últimos años, los aficionados de los Bravos han soñado con tener a un trío de jóvenes dinámicos en los jardines de Truist Park. El venezolano Ronald Acuña Jr. comenzó todo, pero la expectativa crecía al pensar en el momento en el que estaría junto a Drew Waters y el dominicano Cristian Pache.
Ahora, por la ausencia de Acuña, Pache recibirá su primera oportunidad de jugar en las Mayores. Tanto él como Waters han estado entrenando en el campamento alterno del equipo y cuando el venezolano ingresó a la lista de lesionados por un problema en una muñeca, comenzaron las especulaciones sobre Pache, el 14to mejor prospecto del béisbol. Cuando Nick Markakis también ingresó en la lista de inhabilitados por precaución, luego de estar con alguien que dio positivo a COVID-19, el ascenso se convirtió en una necesidad.
Aunque la pasantía de Pache podría ser breve –Markakis debe de ser activado pronto-- también hay razones para pensar que el quisqueyano podría tener la oportunidad de demostrar de lo que es capaz. Aunque el actual jardinero central, el venezolano Ender Inciarte, tiene una modesta seguidilla de tres juegos dando de hit, sigue con línea de .226/.304/.258. La carta de presentación de Pache ha sido la defensa. Es el único prospecto del Top 100 en tener tres “70” en su reporte. Pero su ofensiva ha mejorado y podría representar un impulso a la alineación, si lo Bravos deciden mantenerlo arriba con el regreso de Acuña y Markakis.
Esto es lo que trae a la mesa el dominicano de 21 años, según la evaluación de los scouts. Entre 20 y 30 es muy por debajo del promedio, 40 es debajo del promedio, 50 es promedio, 60 es por encima del promedio y 70-80 es muy por encima del promedio.
Contacto (55): Pache ha ido mejorando, pese a su rápido ascenso por las fincas de los Bravos. Ha aprendido a ver más lanzamientos y negociar más boletos –su 8% de índice de pasaportes en el 2019 fue un tope personal, a pesar de tener sólo 20 años cuando llegó a Triple-A, donde recibió más bases por bolas y se ponchó menos que en Doble-A—con un porcentaje de embasarse de .340 en el 2019, siendo su número más alto en tres años completos. Puede batear la bola a cualquier parte del terreno y hace un contacto sólido.
Poder (50): El oriundo de Santo Domingo ha demostrado su capacidad de conectar extrabases con más consistencia e implantó marcas personas en el 2019 en jonrones, dobles, porcentaje de slugging y OPS. Su ISO (poder aislado) ha ascendido de .062 en su primer año completo en el 2017 a .131 en el 2018 hasta a .185 en la temporada pasada. La mayoría de sus cuadrangulares son hacia su banda, pero cada vez desarrolla más fuerza.
Velocidad (70): Aunque la velocidad de Pache lo ayudó a robarse 32 bases en el 2017, no fue una amenaza en las almohadillas en las dos temporadas siguientes. Pero no es una señal de descenso. Aún puede alargar sencillos a extrabases y su rapidez lo ayuda a cubrir mucho terreno en el jardín central.
Brazo (70): En el 2017, antes de que se le reconociera el brazo, sumó 17 asistencias en la Liga del Sur del Atlántico, todas desde el jardín central. Los corredores entendieron rápido que no le podían correr –tuvo siete en el 2018 y nueve en el 2019. Pache tiene un brazo potente que podría encajar mejor en el bosque derecho si el joven no fuera tal vez el mejor prospecto defensivo de todo el béisbol.
Guante (70): Pache fue seleccionado como el mejor prospecto defensivo de MLB Pipeline en dos años seguidos, antes de las temporadas del 2019 y 2020, y fue nombrado el mejor defensor por los ejecutivos en una encuesta realizada en enero. No sólo su velocidad le permite perseguir los elevados, sino que tiene impresionantes instintos, lecturas y rutas hacia la bola. Uno de sus compañeros llegó a decir que el dominicano pareciera dar el primer paso incluso antes de que sale el batazo. Es un prospecto de Guante de Oro en los jardines y que eventualmente hará que Acuña, y en su momento Waters, se muevan a las esquinas.