Se acabó la maldición del título para Atlanta
HOUSTON – Aunque los recuerdos de Jim Leyritz, Larry Bird, Tom Brady y Tua Tagovailoa puede que perduren, la ciudad de Atlanta ya no tendrá que ser acosada por la maldición que estos hombres ayudaron a crear.
Durante el curso de las últimas semanas, los Bravos diligentemente intentaron matar dicha narrativa, según la cual los equipos de Atlanta constantemente fallaban a la hora pequeña en los playoffs. Bueno, con la victoria 7-0 sobre los Astros en el Juego 6 de la Serie Mundial la noche del martes en el Minute Maid Park, completaron el trabajo y finalmente sepultaron tal idea.
“Nosotros acabamos con esa narrativa en la Serie de Campeonato contra los Dodgers y ahora nos aseguramos de que de verdad estaba muerta”, dijo el primera base de los Bravos, Freddie Freeman. “La ciudad tenía mucho tiempo esperando por un campeonato. No veo la hora de llegar a Atlanta y ver a todos nuestros fanáticos en los próximos días”.
Los Bravos ganaron el martes su primera Serie Mundial desde 1995 y también le pusieron fin a una racha récord para MLB de 16 viajes seguidos a la postemporada sin ganar un Clásico Otoñal.
Todos esos sueños de títulos de los Bravos que fueron demolidos en recientes, y ya no tan recientes octubres, no hicieron sino servir como combustible para alimentar esa narrativa sobre los equipos deportivos de Atlanta. El Atlanta United FC ganó un título de la MLS en el 2018, pero para romper realmente la maldición, otro título tenía que ser alzado por bien fuesen los Bravos, los Falcons, los Hawks o la Universidad de Georgia, que pronto podría llevarse un título nacional de fútbol americano universitario.
Y algo que posiblemente hizo todo el asunto mejor para los fanáticos de Atlanta es que la maldición se rompió en Houston, la ciudad donde los Falcons dejaron escapar una ventaja de 28-3 ante Brady los Patriots en el 2017 durante el Súper Bowl LI.
Cuatro años después de haber estado presente para ver colapsar a sus adorados Falcons, el shortstop de los Bravos, Dansby Swanson, estaba celebrando un campeonato exactamente a seis millas de lugar donde ocurrió aquel desastre.
“No se puede escribir una mejor historia que Dios haciendo que regresáramos acá para ganar la Serie Mundial en Houston”, comentó Swanson. “Es como si cerró un ciclo”.
Una vez que los Falcons vivieron aquel desastroso cuarto período, la narrativa sobre los equipos deportivos de Atlanta realmente ganó fuerza. De un golpe, la gente empezó a recordar las semifinales de la Conferencia Este de la NBA en 1988. Los Hawks ganaron tres juegos seguidos para ponerse arriba 3-2 sobre los Celtics, pero luego perdieron dos juegos seguidos por dos puntos cada uno. Dominique Wilkins anotó 47 puntos en el duelo decisivo, pero Bird anotó 20 de sus 34 puntos en el último cuarto para salir victorioso.
¿Y cómo entró en esta historia la Universidad de Georgia? Bueno, su equipo de fútbol americana estaba al mando 13-0 en el medio tiempo de la Final Nacional del 2018 en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta antes de que Alabama, liderada por Tagovailoa, remontara en la segunda mitad y terminara ganando en tiempo extra. Alabama también conseguiría una victoria viniendo desde atrás sobre Georgia en la Final de la SEC el diciembre siguiente en el mismo estadio.
Los Bravos ganaron la Serie Mundial de 1995, pero luego de picar arriba dos juegos a cero en el Clásico Otoñal de 1996 en Yankee Stadium, perdieron cuatro encuentros seguidos. La derrota más devastadora ocurrió en el Juego 4 en el Atlanta-Fulton County Stadium, cuando tras cinco innings lideraban 6-0 y luego perdieron en 10 episodios después de que Leyritz conectara un jonrón de tres carreras contra el cerrador Mark Wohlers en el octavo.
“Yo nunca he creído mucho en eso de la supuesta maldición de Atlanta”, dijo el propietario de los Bravos, Terry McGuirk. “Simplemente nos vencieron varias veces, pero hemos tenido grandes equipos. El hecho de que tuvimos que esperar 26 años por un título en el béisbol es un poco impactante, pero ustedes saben… Pienso que estamos en una especie de época de renacimiento donde creo que los próximos cinco años para esta organización van a ser realmente significativos”.
Después de ser barridos por los Yankees en la Serie Mundial de 1999, los Bravos tuvieron que esperar hasta este año para regresar. Y ahora la maldición ya no existe.
“No quiero ni decir la palabra”, contó Swanson. “Pero, sí, la rompimos”.