Con sólo 17 años, Beltré da de qué hablar
DUNEDIN, Florida – Cuando los Azulejos dividieron en grupos a los jugadores presentes en su campamento de ligas menores esta semana mientras comenzaban las primeras prácticas de equipos completos, en uno de los grupos colocaron a varios de los mejores prospectos jóvenes internacionales firmados en estos últimos años.
Bien fuese haciendo cosas rutinarias como correr de home a primera o en una ronda completa de prácticas de bateo, el dominicano Manuel Beltré siempre estuvo de primero, bien fácil de identificar del resto gracias a sus lentes de neón verdes. Si se les pregunta a los coaches y al personal del departamento de desarrollo de jugadores del club sobre el prospecto Nro. 10 del equipo, se escucha lo mismo una y otra vez: Un líder excepcional. El capitán del equipo.
“Creo que eso viene de mi familia”, dijo Beltré esta semana en Dunedin. “Es algo que hago, sin darme cuenta de que lo estoy haciendo. Estoy tratando de ayudar a los demás si veo que necesitan ayuda. Mi mamá y mi papá siempre me dicen que si tengo la oportunidad de ayudar a alguien, que lo haga sin pensar qué me van a dar a cambio de eso”.
¿La particularidad de todo esto? Tiene apenas 17 años.
No hay métricas para medir las cualidades de un líder, lo que hace complicado valorar un término muchas veces usado excesivamente. Para la edad de Beltré, sin embargo, es raro escuchar ese tipo de elogios. Esto es algo típicamente reservado para jugadores que van avanzando por el sistema de ligas menores, acumulando no sólo experiencias en el béisbol, sino experiencias de vida. Pero es fácil notar la calma y la confianza de Beltré. Y no es muy complicado entender sus razones.
“Si mis compañeros están bien, entonces yo estoy bien y tenemos más posibilidades de ganar el campeonato”, explicó el joven.
Firmado por US$2.35 millones, el nativo de Santo Domingo fue identificado rápidamente como uno de los bateadores más avanzados del grupo de agentes libres internacionales del período 2020-2021. Con fundamentos sólidos en todo su juego, Beltré era probablemente el jugador más experimentado entre ese grupo de prospectos de 16 años, pues había jugado a nivel internacional con equipos representando la República Dominicana y también con novenas en la Florida.
Beltré vivió su primera experiencia en un campamento de los Azulejos la primavera pasada e hizo su debut en el béisbol profesional en la Liga Dominicana de Verano, donde bateó .225 con dos jonrones y OPS de .737 en 53 juegos. Ese equipo de los Azulejos en la DSL tuvo récord de 38-19, el mejor de la liga, y Beltré logró encontrar puntos positivos en su accionar personal. Tuvo más bases por bolas que ponches (42 contra 33) y finalizó fuerte, mejorando en la recta final tras un período en el que parecía que ninguno de sus batazos podía encontrar un hueco.
“Aprendí el año pasado que no puedes entrar en pánico si tienes un mal juego o una mala semana”, comentó Beltré. “Todavía tienes otro día y otra semana. Si algo malo pasa hoy, está bien, habrá otro día. Si no lo haces bien al día siguiente, habrá otro y otro. No te asustes, porque algunas veces, aunque estés fallando, estás haciendo un buen trabajo”.
El martes en Dunedin, Beltré fue parte de un grupo de muy buenos jugadores en la práctica de bateo que se llevó a cabo en el Campo 1, junto al venezolano Yhoangel Aponte y los dominicanos Yeuni Múñoz y Cristian Feliz, entre otros. La habilidad de Beltré para crear poder a pesar de no ser alguien muy grande (mide 5’9) siempre ha sido una interrogante, pero se le vio bateando línea tras línea con más poder natural del que ha exhibido anteriormente. Beltré está pesando 182 libras, un salto de 13 con respecto al año pasado, gracias a una rutina que le permitió perder algo de grasa y ganar musculatura.
Esto no significa que Beltré esté listo para dar la pelea por ver quién terminará con más jonrones entre los prospectos de los Azulejos a su compatriota Orelvis Martínez, la promesa Nro. 2 del club. El poder de Beltré se traduce más bien en líneas consistentes por todo el terreno. Puede que los cuadrangulares vengan con el tiempo, pero su potencial ahora mismo radica en esa capacidad de hacer contacto y pegarle duro a la pelota, algo que podría convertirse en su fortaleza en niveles superiores.
“El año pasado, siento que le estaba dando duro a la bola, pero la pelota no estaba caminando lejos”, dijo Beltré. “No había mucha velocidad de salida. Este año, simplemente estoy lanzando las manos y puedo ver que la pelota está saliendo disparada del bate”.
Ahora, Beltré está enfocado en terminar donde quieren estar la mayoría de los prospectos de 17 y 18 años, que es en el roster de un equipo de temporada completa. Eso significaría Clase-A Baja Dunedin, pero si Beltré comienza el año en la Florida Complex League, tampoco estaría muy lejos. Los retos de una campaña completa serían una buena medida para saber cuánto ayudan en su juego los músculos sumados, pues típicamente los jugadores necesitan trabajar bastante para mantener el peso a lo largo de la temporada.
Éste es también ese emocionante escenario en el que las organizaciones pueden ver los primeros avances importantes de sus prospectos internacionales, pues vienen de cerrar su primer año completo en una organización y están listos para el siguiente paso. Tener dotes de líder al menos es la mitad de la batalla, pero acompañar eso con producción en el terreno hará más fácil que los compañeros te sigan el paso.