¿Cómo responderá Álvarez como receptor titular de los Mets?
Los Mets no han contado con un receptor titular confiable a largo plazo desde que Mike Piazza estaba detrás del plato. El sucesor del futuro Salón de la Fama, Paul Lo Duca, fue quizás lo más cercano, ya que tuvo dos temporadas razonablemente productivas del 2006 al 2007. Travis d’Arnaud y el venezolano Wilson Ramos son los únicos receptores de los Mets que han aportado un WAR de al menos 2.0 en una temporada desde Piazza, tomando en cuenta los cálculos de dicha estadística tanto de Baseball-Reference como de FanGraphs.
Quizás ahora, finalmente, los Mets hayan encontrado la estabilidad detrás del plato que vienen buscando durante casi dos décadas. El venezolano Francisco Álvarez debutó a finales del 2022, regresó a las Grandes Ligas a principios del 2023 y empezará el 2024 como el receptor titular indiscutible de la organización. Todavía hay muchas interrogantes en torno al juego de Álvarez; la mayoría de ellas se trata, sorprendentemente, del bate en lugar de la defensa. Pero el oriundo de Guatire hizo lo suficiente como novato, conectando 25 jonrones en 423 visitas al plato, para dejarles saber a los Mets que éste es su momento.
Álvarez encabeza un grupo de receptores de los Mets con mucho potencial, pero también con mucha incertidumbre de cara al 2024.
El titular: Álvarez
Primero, lo negativo: Álvarez no se apoderó precisamente del puesto de receptor titular y no lo aprovechó al máximo después de que su compatriota Omar Narváez sufriera una distensión en el músculo de la pantorrilla izquierda a principios de abril. Álvarez bateó apenas .209 durante el resto de la temporada, a menudo luciendo ansioso en el plato y cayendo en varias ocasiones en slumps profundos, incluyendo gran parte de abril, junio y agosto. El abanicar descontrolado de Álvarez contra Josh Hader en una derrota del 11 de abril ante los Padres ejemplificó las debilidades en su juego.
Pero es fácil olvidar que Álvarez disputó la campaña teniendo 21 años, siendo uno de los jugadores más jóvenes de Grandes Ligas y, en gran medida, teniendo éxito. Sus 25 cuadrangulares fueron la mayor cantidad de parte de un receptor novato de los Mets y la más alta en la historia del béisbol entre los caretas titulares de 21 años o menos. Su jonrón de tres carreras que empató el partido con dos outs en la novena entrada contra los Rays el 17 de mayo fue uno de los momentos más destacados de toda la temporada. Y sus habilidades detrás del plato, motivo de preocupación para los ojeadores y oficiales del equipo contrarios durante la pretemporada, resultaron más que adecuadas.
En un momento en el que muchos futuros jugadores de Grandes Ligas todavía están en la universidad o rondando las categorías más bajas de ligas menores, Álvarez se mantuvo en las Mayores. Como tal, tendrá todas las oportunidades para mejorar en lo que técnicamente será su primera campaña completa. Pocos jugadores en el béisbol pueden presumir del tipo de poder explosivo que posee Álvarez a los 22 años, lo que da a los Mets razones para ver si puede rendir a la altura de su talento.
El suplente: Narváez
Una adición desconcertante cuando Billy Eppler lo firmó a un contrato de dos años y US$15 millones antes de la campaña del 2023, el venezolano Narváez terminó encajando en el roster casi tan mal como sus detractores anticipaban. Su presencia impidió que Álvarez tuviera la oportunidad de forma parte del equipo para el Día Inaugural. Posteriormente, Narváez se perdió nueve semanas recuperándose de la distensión en una pantorrilla, y su regreso creó una situación incómoda con respecto al tiempo de juego entre él y su compatriota.
Pero Narváez regresará en el 2024, ya que su contrato incluía una opción del jugador de US$7 millones que era obvio que ejercería. Esta vez, será el claro suplente de Álvarez, fungiendo como titular una o dos veces por semana contra lanzadores derechos. Se informa que los Mets intentaron cambiar a Narváez este invierno, pero encontraron poco mercado para un careta que ha tenido apenas una temporada ofensiva por encima del promedio en los últimos cuatro años. Si no se lesiona, será el principal suplente de Álvarez.
También en el panorama: Tyler Heineman, Tomás Nido
La firma de Narváez el año pasado marginó por completo a Nido, pese a que los Mets habían fichado al puertorriqueño a un contrato de dos años y US $3.7 millones antes de la campaña. Siendo el receptor suplente del equipo cuando comenzó la temporada, Nido lidió con un problema de la vista y fue designado para asignación en junio, pero su salario evitó que otros equipos lo reclamaran. Permaneció en ligas menores durante el resto del año.
Con Álvarez como el claro titular y Narváez como suplente, Nido llega al 2024 sin un rol definido. Incluso si los Mets deciden llevar a tres receptores en su roster -- una posibilidad remota dadas sus debilidades en otras posiciones del diamante -- Nido llegará a los entrenamientos en clara desventaja, ya que no forma parte de la lista de 40 jugadores. No hace mucho tiempo, Nido era considerado uno de los mejores receptores suplentes defensivos del juego, pero parece que probablemente regrese a Triple-A.
También complicando las cosas está la presencia de Heineman, adquirido en waivers de los Azulejos a principios del invierno. Con experiencia en partes de cuatro campañas de Grandes Ligas, el veterano de 32 años llegará a los entrenamientos clasificado por encima de Nido en la tabla de profundidad. Combina un ojo paciente al bate con sólidos números defensivos.
El futuro: ¿Kevin Parada?
Debido a la volubilidad del Draft de MLB, los equipos casi siempre seleccionan al jugador que consideran el mejor disponible, en lugar de tratar de saciar una necesidad en una posición específica. Es debido a eso que los Mets eligieron a Parada en la primera ronda del Draft amateur del 2022, pese a la presencia de Álvarez, quien ya se encontraba en los niveles altos de ligas menores en ese momento.
Parada, quien se encuentra en Doble-A ahora mismo, tiene mucho potencial de poder, igual que Álvarez. Si se desarrolla como la organización espera, los Mets lo considerarían un buen problema, el cual podrán abordar en el futuro. Por ahora, Parada seguirá puliéndose en los niveles altos de ligas menores, con la esperanza de debutar en el 2025.