Kikuchi “un poco avergonzado” tras curioso choque en zona de foul
OAKLAND -- Fue una jugada que sólo podría haber ocurrido en el Coliseo.
Los Azulejos acababan de tomar la delantera con un doble de Isiah Kiner-Falefa con las bases llenas en el 10mo episodio de su eventual victoria por 6-4, y buscaban seguir anotando. Con Kiner-Falefa en segunda y un out, Davis Schneider conectó un elevadito en territorio foul por el lado de la primera base.
El inicialista de los Atléticos, Tyler Soderstrom, corrió para atrapar la pelota, que finalmente cayó justo frente al dugout de visitantes. Soderstrom estaba a punto de hacer la atrapada cuando Yusei Kikuchi, el abridor zurdo de Toronto, salió disparado del dugout y chocó con él.
Se dictaminó interferencia desde la cueva y Schneider fue declarado out. Afortunadamente, tanto Kikuchi como Soderstrom no resultaron heridos después del choque.
“Con la forma en que están construdios y ubicados nuestros dugouts, los muchachos están sentados en el escalón superior y es algo incómodo cuando la pelota viene hacia ti”, dijo el mánager de los Atléticos, Mark Kotsay. “Creo que él sólo intentaba apartarse para no ser golpeado por el foul y, sin querer, golpeó con su hombro a Tyler”.
Hablando con los medios después del juego, Kikuchi confirmó que solamente intentaba moverse y expresó repetidamente su arrepentimiento por la situación.
“Olvidé que no hay una cerca”, dijo Kikuchi. “Después, sólo quería crear un pequeño agujero y esconderme en él, porque estaba un poco avergonzado”.
Hubo cierta conmoción en el terreno después de la jugada, que el mánager de los Azulejos, John Schneider, atribuyó a la sospecha de los Atléticos de que Kikuchi había chocado con Soderstrom a propósito.
“Lo último que Yusei Kikuchi va a intentar hacer es derribar a un primera base”, comentó Schneider. “Entiendo cómo están las emociones cuando estás en un juego cerrado y en extrainnings y cosas así. Entonces, sí, capté un poco de eso, pero me encanta cómo los muchachos defendieron a sus compañeros”.
El Coliseo es el único estadio de Grandes Ligas que no tiene una baranda frente a los dugouts y el abridor de los Azulejos, Bowden Francis, no pudo recordar ningún estadio de Triple-A en el que haya jugado en los últimos años sin ellas.
Es una de las muchas peculiaridades del hogar de los Atléticos, que se inauguró en 1966 (como un estadio de fútbol americano) y ha conservado varias otras características de la vieja escuela, como los bullpens en el terreno.
“Es parte de este estadio”, acotó Francis. “Aunque creo que es genial. Es divertido mirar hacia abajo desde el bullpen. Ves a los coaches así como inclinados sobre sus rodillas. Parece como si fuera la década de los años 40”.