Los Astros han llegado a siete Series de Campeonato de la Liga Americana de manera consecutiva, estableciendo un récord para el Joven Circuito en el proceso. Pero a principios de esta temporada, parecía que la increíble racha de Houston estaba a punto de terminar de una forma poco honrosa.

Antes de comenzar la jornada del 19 de junio, los Astros estaban a 10.0 juegos de los Marineros en la División Oeste de la Liga Americana con récord de 33-40. Después de su derrota ante los Medias Blancas el 18 de junio, FanGraphs les daba sólo un 29.3% de probabilidad de llegar a octubre.

La rotación abridora de Houston, que típicamente había sido muy confiable durante su histórica racha, merecía gran parte de la culpa por su mal comienzo. Hasta el 18 de junio, los abridores de los Astros tenían la séptima peor efectividad en las Grandes Ligas con 4.53 y acumulaban un fWAR de apenas 3.5.

El equipo también lidiaba con una grave falta de profundidad en ese momento. Justin Verlander fue colocado en la lista de lesionados con un problema en el cuello el 18 de junio, uniéndose al dominicano Cristian Javier, Lance McCullers Jr., J.P. France, el mexicano José Urquidy y el venezolano Luis García entre los abridores inhabilitados de los Astros.

Casi tres meses después, los Astros no sólo encabezan la División Oeste de la Liga Americana, sino que también podrían tener la mejor rotación de cualquier equipo en el circuito que actualmente tiene un puesto en los playoffs.

Hasta el lunes, éstos eran los rankings de los lanzadores abridores de Houston como grupo en las Mayores desde el receso del Juego de Estrellas:

- Primeros en efectividad (3.28)

- Primeros en FIP (3.40)

- Primeros en fWAR (5.8)

- Empatados en el primer lugar en promedio de bateo en contra (.209)

- Terceros en tasa de ponches (28.2%)

Los Astros han logrado estos números a pesar del preocupante regreso de Verlander de la lista de lesionados. El tres veces ganador del Premio Cy Young ha permitido 19 carreras en 17.2 entradas en cuatro aperturas desde que fue activado, y su puesto en la rotación para los playoffs está en peligro después de que los D-backs lo castigaran el domingo.

Aun así, la rotación de Houston parece estar en buena forma con octubre en el horizonte. Aquí hay tres motivos por los que la rotación de los Astros ha tenido una transformación tan dramática y parece estar lista para tener éxito en la postemporada.

Framber Valdez empezó a lanzar otra vez como un as

Después de ser seleccionado para el Juego de Estrellas y recibir votos para el Premio Cy Young en cada una de las últimas dos campañas, el dominicano Valdez lidió con algo de inconsistencia al principio del 2024, permitiendo cinco carreras o más en tres de sus primeras 11 salidas y registrando efectividad de 3.99 en ese tramo.

Sin embargo, Valdez ha mejorado considerablemente en sus últimas 14 presentaciones, registrando promedio de carreras limpias de 2.21 con 102 ponches y un OPS en contra de .528 en 89.2 episodios. Ha sido especialmente dominante desde principios de agosto, con efectividad de 1.32 en seis aperturas, incluyendo una joya sin permitir anotaciones contra los D-backs – la ofensiva más productiva de MLB – el viernes pasado.

Durante este gran momento, Valdez ha aumentado el uso de su curva, lanzándola el 34.8% del tiempo en sus últimos 14 juegos (26.2% en sus primeras 12 aperturas). En ese tramo, la curva de Valdez ha limitado a los oponentes a un promedio de bateo de .099 y un slugging de .144, generando 58 ponches en 122 visitas al plato.

Ha sido el segundo lanzamiento más valioso en las Grandes Ligas desde el 18 de junio en términos de valor de carreras (+14), una métrica que toma en cuenta el resultado de cada envío y mide su impacto en la anotación de carreras.

Hunter Brown está cumpliendo con las expectativas

Después de irrumpir en escena con una efectividad de 0.89 en 20.1 entradas a finales del 2022, Brown tuvo problemas como novato el año pasado, con promedio de carreras limpias de 5.09 en 31 presentaciones (29 aperturas). Fue más de lo mismo en las primeras etapas del 2024, con Brown poniendo efectividad de 7.71 en sus primeros nueve partidos (ocho como abridor).

Sin embargo, un ajuste en su repertorio ha hecho que todo encaje para el derecho de 26 años, quien tiene promedio de carreras limpias de 2.02, FIP de 2.99 y una proporción de 120 ponches contra 34 bases por bolas en 115.2 actos en sus últimas 19 salidas.

A partir de mayo, Brown empezó a incorporar un sinker (recta de dos costuras) en su combinación de pitcheos, mientras reducía el uso de su bola rápida de cuatro costuras. También comenzó a lanzar su recta más alta en la zona. En sus últimos 19 juegos, el 64.4% de sus rectas de cuatro costuras han sido altas, en comparación con el 58.4% en sus primeras nueve.

Con estos cambios, la recta de Brown ha pasado de ser una de las peores de su tipo en el béisbol a ser una de las mejores.

Mientras tanto, el sinker de Brown ha sido fundamental para ayudarlo a reducir considerablemente la cantidad de contacto fuerte que permite. De los 93 batazos que ha recibido con sinkers esta temporada, apenas 11 (11.8%) han sido conectados con fuerza.

En general, la tasa de batazos fuertes de Brown ha disminuido en 14.5 puntos porcentuales desde el año pasado, la mayor reducción entre todos los lanzadores calificados. Su tasa del 29.9% de contacto fuerte lo ubica en el percentil 98, un año después de haber estado en el percentil 13 con una tasa del 44.4% de contacto fuerte.

Yusei Kikuchi ha sido una gran incorporación

Con la profundidad de su rotación debilitada por las lesiones, añadir a un abridor era una prioridad para los Astros antes de la Fecha Límite de Cambios. Pagaron un alto precio para adquirir a Kikuchi – quien será agente libre al terminar la campaña – en un canje con los Azulejos.

Houston envió a sus prospectos número 9 (el lanzador Jake Bloss) y número 13 (el infielder Will Wagner), junto con el jardinero Joey Loperfido, a Toronto a cambio de Kikuchi, quien tenía promedio de carreras limpias de 4.75 en el momento del canje.

El movimiento ha funcionado bien para los Astros, ya que el zurdo de 33 años ha registrado efectividad de 3.07 con FIP de 3.23 y una proporción de 53 ponches contra 10 pasaportes en 41.0 actos, repartidos entre siete aperturas.

Al igual que Valdez y Brown, un cambio en la forma de utilizar sus pitcheos ha sido clave para la transformación de Kikuchi. Antes del traspaso, Kikuchi usaba regularmente tanto su slider como su curva. Pero desde que se unió a los Astros, ha incrementado el uso de su slider mientras rara vez tira su curva más lenta, el menos efectivo de sus dos envíos rompientes.

Como señaló recientemente Eno Sarris en su análisis sobre Kikuchi para The Athletic, el zurdo también ha cambiado la localización de su slider al enfrentar a bateadores derechos, apuntando con más frecuencia a la esquina baja y exterior de la zona y lanzando menos abajo y adentro.

Además, Kikuchi ha elevado más su recta de cuatro costuras contra los derechos comparado con lo que hacía en Toronto, enfocándose específicamente en mantener su recta alta y afuera.

Estos ajustes han marcado una gran diferencia para Kikuchi contra los derechos. Con Toronto, los bateadores de esa mano le conectaban para un promedio de .280 con un slugging de .441. Pero con Houston, ha limitado a los diestros a un promedio de .196 y un slugging de .357.

El ascenso del zurdo ha hecho que sea menos necesario para los Astros que Verlander recupere su nivel a tiempo para la postemporada. Si Verlander realmente no es una opción viable, Houston podría darle la pelota al dominicano Ronel Blanco, quien lanzó un juego sin hit ni carrera y ocupa el tercer lugar en efectividad de la Liga Americana (2.99). Spencer Arrighetti, quien tuvo efectividad de 1.95 y tasa de ponches del 38.2% en agosto, es otra posibilidad.

El punto es que los Astros tienen suficientes brazos para volver a llegar lejos en octubre, sin importar lo que suceda con Verlander en las próximas semanas.