ANAHEIM – El dueño de los Angelinos, Arte Moreno, sorprendió a muchos cuando anunció la semana pasada que había decidido no vender el equipo, luego de haber dicho a finales de agosto que exploraría una posible venta.

Se esperaba que Moreno procediera con la venta de los Angelinos e incluso el Comisionado de MLB, Rob Manfred, dijo en las Reuniones Invernales que el proceso estaba encaminado y que anticipaba que la venta fuera finalizada antes del comienzo de la temporada del 2023. Pero al final de todo, Moreno decidió continuar como propietario del club, anunciando el 24 de enero que los Angelinos no estaban a la venta.

El anuncio tiene un efecto dominó dentro de la organización, incluyendo la gerencia y el cuerpo técnico. Un nuevo dueño probablemente hubiese llegado a hacer cambios drásticos dentro del club, pero ahora es poco probable que eso ocurra con Moreno al frente. El gerente general Perry Minasian está bajo contrato hasta el final del 2024 y el manager Phil Nevin pactó por una temporada, luego de fungir como piloto interino para 106 juegos luego del despido de Joe Maddon.

Minasian y Nevin tienen mucho que demostrar este año, pero al menos conocen al dueño que estará arriba de todo, sin preocuparse por la posible llegada de un nueva figura que quiera cambiar todo.

Pero la mayor interrogante de todas es cómo esta decisión podría afectar a Shohei Ohtani, quien estará rumbo a la agencia libre luego de esta venidera campaña. Ohtani acordó por un año y US$30 millones el pasado 1ro de octubre, para evitar el proceso de arbitraje salarial, pero muchos anticipaban que estaría buscando negociar una extensión de contrato luego de la llegada de un nuevo grupo de propietarios.

Con Moreno aún como propietario, Ohtani y su representante, Nez Balelo, podrían empezar a negociar una extensión en cualquier momento. Pero es probable que Ohtani prefiera esperar a que los Angelinos finalmente puedan construir un equipo competitivo alrededor de él y Mike Trout.

Los Angelinos no han podido tener una temporada por encima de .500 desde que Ohtani firmó con el club antes de la campaña del 2018. El estelar multifacético ha dejado en claro que ganar es lo más importante para él y que tiene que confiar en que el club pueda construir un conjunto ganador a su alrededor.

Eso hace que la venidera campaña sea aun más importante para los Angelinos, que están en busca de su primera postemporada desde el 2014. Pero no será fácil para Los Ángeles-Anahiem, que juega en una división que promete ser muy competitiva con los Astros, Marineros y Rangers listos para luchar por los playoffs.

Los Angelinos se han mostrado dispuestos a invertir en este receso de temporada, intentando rellenar varios de los vacíos de su roster. Recientemente, firmaron con el patrullero Brett Phillips por un año y US$1.2 millones e hicieron lo propio con el zurdo Tyler Anderson, el infielder Brandon Drury y el relevista dominicano Carlos Estévez con pactos multianuales. Además, adquirieron vía cambios al patrullero Hunter Renfroe y al infielder colombiano Gio Urshela.

La nómina del equipo se ubica actualmente en aproximadamente US$206 millones, por encima de la del año pasado de US$180 millones. Cuando se trata del Impuesto al Balance Competitivo, el roster de 40 de los Angelinos alcanza los US$221 millones – el primer límite del impuesto es de US$233 millones.

Entonces, queda claro que los Angelinos están intentando construir un conjunto más competitivo, pero ahora será importante ver cómo resulta todo y si será suficiente para hacer que Ohtani quiera quedarse en el club. Es muy temprano para saber qué está pensando el japonés y si la decisión de Moreno tendrá un impacto directo en su decisión.

El potencial mercado libre de Ohtani será el tema de conversación en el mundo del béisbol de aquí en adelante, con muchos anticipando que el lanzador/bateador podría acordar un contrato superior al firmado por Trout en el 2019 por US$426.5 millones. La decisión de Moreno de no vender es el último capítulo en la saga de Ohtani, algo digno de monitorear a lo largo del 2023.