Judge y Lindor podrían hacer juntos algo poco visto en MLB
Ha sucedido apenas una docena de veces desde que la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA, por sus siglas en inglés) comenzó a otorgar el premio al Jugador Más Valioso en cada liga en 1931, y podría volver a ocurrir este año: Los JMV de las Ligas Americana y Nacional en la misma área metropolitana.
El jardinero central de los Yankees, Aaron Judge, y el campocorto de los Mets, el puertorriqueño Francisco Lindor, están poniendo argumentos convincentes para adjudicarse el galardón en sus respectivas ligas esta temporada, y es un buen momento para repasar la lista de los JMV de la misma ciudad desde que la BBWAA estableció su premio hace casi un siglo.
2019: Mike Trout (Angelinos) y Cody Bellinger (Dodgers)
Trout fue nombrado JMV por tercera vez en el 2019 gracias a una temporada en la que conectó 45 jonrones, la mayor cantidad de su carrera, y encabezó las Grandes Ligas en porcentaje de embasarse (.438) y OPS+ (182) en apenas 134 juegos.
Unas 30 millas al norte, Bellinger vivía una campaña de ensueño dos años después de ser reconocido como Novato del Año de la Liga Nacional. Conectó 47 vuelacercas con un OPS de 1.035 y lideró el Viejo Circuito con un total de 351 bases alcanzadas por los Dodgers.
2014: Mike Trout (Angelinos) y Clayton Kershaw (Dodgers)
Los mismos dos clubes, con Trout haciendo de las suyas y Kershaw elaborando una campaña tan dominante que se convirtió en el primer lanzador en ser nombrado JMV de la Liga Nacional desde Bob Gibson en 1968.
Trout ganó su primer premio JMV a los 22 años, liderando la Liga Americana con 115 carreras anotadas (también encabezó las Mayores en esa categoría), 111 impulsadas y 338 bases totales. También tuvo un OPS de .939 con 36 jonrones.
Mientras tanto, Kershaw entregó posiblemente la mejor temporada de su increíble carrera, con récord de 21-3, efectividad de 1.77, WHIP de 0.86 y porcentaje de ponches del 31.9%. Ese desempeño además le valió su segundo Premio Cy Young consecutivo en la Liga Nacional y el tercero en su carrera.
2002: Miguel Tejada (Atléticos) and Barry Bonds (Gigantes)
Tejada, uno de los pilares de los equipos "Moneyball" de los Atléticos de principios de la década del 2000, bateó .308/.354/.508 con 34 jonrones y 131 impulsadas en el 2002, ayudando a Oakland a ganar 103 partidos y el título del Oeste de la Liga Americana. Una de las imágenes más icónicas de esa temporada fue el sencillo de oro del dominicano para darles a los Atléticos la 18va de 20 victorias consecutivas. Tejada también empalmó dos cuadrangulares en dicho compromiso.
Al otro lado de la Bahía, Bonds fue nombrado JMV de la Liga Nacional por quinta vez (terminaría con siete premios a JMV de por vida). Tras una campaña histórica en el 2001, cuando estableció el récord de bambinazos en una campaña con 73, el poderoso jardinero izquierdo recibió 198 bases por bolas, 68 de ellas intencionales. A pesar de esa gran reducción en sus turnos al bate, Bonds conectó 46 jonrones e impulsó 110 carreras, terminando con un asombroso OPS de 1.381.
2000: Jason Giambi (Atléticos) y Jeff Kent (Gigantes)
Tejada y Bonds fueron la segunda dupla del Área de la Bahía en ganar los premios JMV en la misma temporada en un lapso de tres años. Fueron precedidos por Giambi y Kent, que guiaron a sus respectivos equipos a la postemporada con un rendimiento sobresaliente en el plato.
Después de una campaña destacada con Oakland en 1999, Giambi llevó su juego a otro nivel en el 2000, el primer año en el que fue convocado al Juego de Estrellas. El poderoso inicialista tuvo línea ofensiva de .333/.476/.647 con 43 cuadrangulares, 137 remolcadas y 137 boletos, la mayor cantidad en Grandes Ligas. Con una temporada aun mejor en muchos aspectos en el 2001, Giambi se puso en posición para recibir un gran contrato, firmando por siete años y US$120 millones con los Yankees antes de la campaña del 2002.
Mientras tanto, Kent registró OPS de 1.021, el mejor de su carrera, junto con 33 vuelacercas y 125 impulsadas por los campeones del Oeste de la Liga Nacional, los Gigantes. Su compañero en la parte gruesa del orden ofensivo de San Francisco, Bonds, terminó segundo en la votación al JMV de la Liga Nacional ese año.
1959: Nellie Fox (Medias Blancas) y Ernie Banks (Cachorros)
Fox, miembro del Salón de la Fama, fue un excelente intermedista defensivo, ganando el segundo de sus tres Guantes de Oro en 1959. También bateó .306 para ayudar a los Medias Blancas a llegar a la Serie Mundial, la cual perdieron ante los Dodgers. Fox bateó .375 con tres dobles en ese Clásico de Otoño que se fue a seis juegos.
En el norte de Chicago, Banks, el miembro del Salón de la Fama cariñosamente conocido como “Mr. Cub”, ganó su segundo JMV consecutivo en la Liga Nacional gracias a una campaña prodigiosa en la que registró OPS de .970 con 45 cuadrangulares y lideró las Grandes Ligas con 143 remolcadas. La estrella de los Cachorros también superó la marca de Victorias Por Encima del Reemplazo (WAR) de 10, terminando la campaña con un bWAR de 10.2, la mejor de las Mayores.
1956: Mickey Mantle (Yankees) y Don Newcombe (Dodgers)
De 1936 a 1956, la mitad de las instancias de ganadores del JMV provenientes de la misma ciudad ocurrieron en Nueva York, la capital mundial del béisbol en esa época.
En el Bronx, Mantle tuvo posiblemente la mejor temporada de su legendaria carrera, ganando la Triple Corona de la Liga Americana al liderar las Grandes Ligas con un promedio de .353, 52 bambinazos y 130 carreras producidas. También registró OPS de 1.169 (OPS+ de 210).
En Brooklyn, Newcombe tuvo récord de 27-7 con promedio de carreras limpias de 3.06, WHIP de 0.99 y 18 juegos completos (cinco blanqueadas) para los Dodgers. Fue nombrado JMV de la Liga Nacional y ganó el Cy Young del Viejo Circuito.
1955: Yogi Berra (Yankees) y Roy Campanella (Dodgers)
Berra y Campanella son los únicos receptores en la historia de las Grandes Ligas que han ganado tres premios JMV y en 1955, cada uno ganó su tercero. Los futuros miembros del Salón de la Fama eran los caretas estelares de clubes de Nueva York que se enfrentarían en la Serie Mundial en cuatro ocasiones entre 1952 y 1956.
Con 27 jonrones y 108 carreras impulsadas, junto con un OPS de .819, Berra fue fundamental en el éxito de los Yankees en 1955, así como a lo largo de la década, en la que terminó entre los mejores cuatro en la votación para JMV en siete ocasiones. Bateó .417 con un jonrón en la Serie Mundial de 1955.
Mientras tanto, Campanella tuvo su última gran campaña antes de un trágico accidente que lo dejó paralizado de las piernas. En 1955, ayudó a llevar a los Dodgers a la Serie Mundial con OPS de .978, 32 vuelacercas y 107 impulsadas. En el Clásico de Otoño contra los Yankees de Berra, pegó tres dobles y dos cuadrangulares mientras los Dodgers ganaban su primera Serie Mundial, derrotando por fin a sus rivales del Bronx.
1954: Yogi Berra (Yankees) y Willie Mays (Gigantes)
Esta vez, Berra terminó junto a otra superestrella de Nueva York en la cima de la votación para JMV, pero este jugador era de los Gigantes.
Mays, después de perder un año mientras cumplía su servicio militar en el ejército, regresó al béisbol y tuvo su primera gran temporada: Encabezó las Grandes Ligas con un promedio de bateo de .345 y un slugging de .667, mientras lideraba la Liga Nacional con 13 triples y un OPS de 1.078. También conectó 41 cuadrangulares y remolcó 110 rayitas. Ese otoño, hizo “La Atrapada”, una de las jugadas más icónicas en la historia de la Serie Mundial, durante un Clásico Otoñal que sus Gigantes ganarían sobre Cleveland.
Berra ganó su segundo premio a JMV después de batear .307/.367/.488 con 22 jonrones y un récord personal de 125 producidas para los Yankees.
1951: Yogi Berra (Yankees) y Roy Campanella (Dodgers)
Si esta llave te resulta familiar, es porque es la única en esta lista que aparece varias veces. Estos dos cátchers fueron los reyes del béisbol en Nueva York durante la mejor era del béisbol de la ciudad.
En su temporada de 26 años, Berra ganó el primero de sus tres premios a JMV en 1951. Puso un OPS de .842 y conectó 27 vuelacercas antes de ganar su cuarto anillo de Serie Mundial.
Campanella también se llevó el primero de sus tres JMV en 1951. Ligó para .325/.393/.590 con 33 vuelacercas y 108 impulsadas para Brooklyn.
1941: Joe DiMaggio (Yankees) y Dolph Camilli (Dodgers)
La temporada de 1941 fue la obra maestra de DiMaggio, un año que es más conocido por su racha de 56 juegos seguidos con hit y el promedio de bateo de .406 de Ted Williams. DiMaggio bateó .357/.440/.643 con 30 cuadrangulares y 125 impulsadas, el tope en las Mayores, para ganar el segundo de sus tres premios a JMV.
En Brooklyn, Camilli no estaba en el mismo nivel que DiMaggio o Williams, pero fue uno de los mejores inicialistas del juego. Entre 1936 y 1942, tuvo OPS de .941 y
promedió 27 jonrones y 102 remolcadas por año para los Filis y los Dodgers. En 1941, terminó primero en la Liga Nacional con 34 bambinazos y 120 impulsadas para ganar el premio a JMV.
1936: Lou Gehrig (Yankees) y Carl Hubbell (Gigantes)
Gehrig ganó su segundo JMV 10 temporadas después del primero. “El Caballo de Hierro” igualó un récord personal con 49 jonrones, la mayor cantidad en las Grandes Ligas, y también lideró la Gran Carpa con 167 carreras anotadas y 130 bases por bolas en 1936. Registró OPS de 1.174 para liderar la Liga Americana, además de encabezar la liga en porcentaje de embasarse (.478) y slugging (.696).
Uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos, Hubbell – famoso entre otras cosas por ponchar a cinco futuros miembros del Salón de la Fama consecutivamente en el Juego de Estrellas de 1934 – ganó su segundo premio a JMV de la Liga Americana en cuatro años en 1936. Lideró las Grandes Ligas con 26 victorias, efectividad de 2.31 y WHIP de 1.06.
1932: Jimmie Foxx (Atléticos de Filadelfia) y Chuck Klein (Filis)
Aunque fue eclipsado por toleteros como Gehrig y Babe Ruth, y más adelante por DiMaggio y Williams, Foxx fue uno de los mejores jonroneros de su era y uno de los mejores bateadores de poder de todos los tiempos. En 1932, ganó el primero de sus tres premios a JMV, armando una de las mejores campañas individuales en la historia del béisbol. Conectó 58 jonrones, impulsó 169 carreras y terminó con OPS de 1.218 para los Atléticos.
Mientras tanto, Klein encabezó las Grandes Ligas con 152 anotadas y 226 hits, además de liderar la Liga Nacional en cuadrangulares (38), robos (20), slugging (.646), OPS (1.050) y total de bases alcanzadas (420). Aunque éste fue el único premio a JMV que ganó, Klein terminó entre los mejores cuatro en la votación para dicho galardón cada año entre 1930 y 1933.