Ya se activó la batería Wainwright-Contreras en Cardenales
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JUPITER, Florida – Como si no no fuera suficiente la emoción que genera ver a los lanzadores y receptores presentarse a los entrenamientos por primera vez en el año, hubo un hecho en particular que produjo aun más expectativa con una de las baterías de los Cardenales, una que trabajará en conjunto más allá del montículo del Roger Dean Stadium.
Ahí estaba uno de los pilares de los Cardenales, Adam Wainwright, tirando una variedad de rectas cortadas, curvas y otros pitcheos de su arsenal en dirección al venezolano Willson Contreras. Fue el inicio de la última campaña del abridor veterano de 41 años y el comienzo del camino de Contreras con los Cardenales.
“Lo estoy disfrutando. Esta temporada se tratará de disfrutar dónde estoy”, expresó Wainwright, quien anunció en el receso de campaña que el 2023 será su última temporada. “No tendré ningún arrepentimiento. Disfrutaré esta campaña al máximo”.
El único ingrediente nostálgico fue la ausencia de su compañero de siempre, el receptor puertorriqueño Yadier Molina, con quien compartió durante 17 temporadas e impuso el récord de las Ligas Americana y Nacional de la mayor cantidad de aperturas (328) y triunfos (213) haciendo batería.
Wainwright dijo que lanzar sin Molina es como intentar superar un divorcio entre parejas, por lo fácil que era y la química tan efectiva que tenía con el boricua. Wainwright llegó a escribirle a Molina al día siguiente de su primera sesión con Contreras – no porque su nuevo receptor no cumpliera con las expectativas, sino por los cambios que tiene que hacer luego de estar cómodo durante casi dos décadas.
En medio de la conversación, bromearon sobre el venidero World Baseball Classic y la rivalidad que habrá entre el lanzador estadounidense y quien será el manager de la selección puertorriqueña.
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“Él quería que yo jugara con Puerto Rico primero y luego le pedí que no le enseñara todos mis pitcheos a los bateadores”, dijo Wainwright. “Con Yadi, durante los últimos 12 años, nos presentábamos luego de nuestras primeras sesiones del bullpen. Le mandé un mensaje después de la primera que tuve con Willson y le dije, ‘Extrañaré hacerlo sin ti’. Pero tengo un nuevo receptor ahora”.
El regreso de Wainwright y la firma del venezolano fueron las movidas más importantes en el receso de temporada para los Cardenales, un equipo que contará con la mayoría del roster que los llevó a ganar 93 encuentros y coronarse en la División Central de la Liga Nacional en el 2022. Conseguir un reemplazo para Molina era primordial para San Luis, que lo consiguió con Contreras al acordar un contrato de US$87 millones, gracias en parte al deseo del venezolano de jugar con San Luis.
En cuanto a Wainwright, el equipo espera que su último año de carrera genere parte de la magia que tuvo el dominicano Albert Pujols en el 2022, en su última campaña en las Mayores.
“No es alguien al que quieras enfrentar”, dijo el presidente de operaciones de béisbol de los Cardenales, John Mozeliak sobre Wainwright. “Si estás en su contra, probablemente pierdas”.
Wainwright y Contreras están más cerca de sus respectivas formas de temporada regular con respecto al resto de sus compañeros, en un intento por acelerar sus tiempos. Teniendo en cuenta que Wainwright jugará con la selección de los Estados Unidos en el Clásico, el serpentinero cree estar unas dos semanas adelantado, debido a que se integrará al equipo de su país a inicios de marzo.
Contreras no sólo rechazó la invitación para jugar con la selección de Venezuela en el Clásico, sino que ya ha pasado varios días en las instalaciones de los Cardenales, con la intención de adaptarse a los nuevos lanzadores con los que trabajará a lo largo del año.
Wainwright ha dicho que ha aprendido mucho sobre el venezolano y la seriedad con la que le gusta competir, citando el ejemplo de preferir quedarse con los Cardenales que representar a su país. Wainwright ha empezado a crear un vínculo con Contreras.
“Nos pusimos en la misma página de inmediato. Se mueve bien y ofrece un blanco grande”, señaló Wainwright. “Ésa es la cosa; Yadi siempre fue un blanco grande. Cuando estás junto a Willson, ves que es grande y fuerte. Me gusta eso de un receptor. Que el blanco sea más grande, hace que sea más fácil de apuntar”.